Una experiencia que tuve, hará 15 o 16 años. Despues de unos dias de viaje por Francia acabamos en Huesca en un hostal cutre, pero muy céntrico.
Tenía una cama enorme con la cabecera y los pies de..
Me encanta el bondage, la sensación de gozar y dar placer desde la inmovilización consentida utilizando juguetes, sensaciones y situaciones. Es algo que en mi vida actual no he podido practicar mucho y a la que no quiero renunciar.