Una experiencia que tuve, hará 15 o 16 años. Despues de unos dias de viaje por Francia acabamos en Huesca en un hostal cutre, pero muy céntrico.
Tenía una cama enorme con la cabecera y los pies de barras metálicas, dejamos las cosas allí y dimos una vuelta por pamplona. Durante esta vuelta, fantaseamos con utilizar las barras para atarnos mutuamente cuando volvimos, entre la tontería y un par de copas decidimos volver antes al hostal y poner el práctica nuestra fantasía.
El caso es al volver al hostal, a ella le quité la ropa menos las braguitas y se tumbó en la cama, le até las muñecas a los barrotes con lo único que teniamos decente que eran unas camisetas al igual que los tobillos al pie de la cama (no era muy erótico que digamos pero funcionó) a su vez le tape los ojos.
Empecé a darle una crema hidratante que usaba por todo su cuerpo mientras le masajeaba, estuvo muy bien. Me acuerdo que ella quería todo el rato besarme y como no veía era mu frustrante para ella cosa que aprovechaba para provocarla. Después de hacer una masaje más intimo me pidió que hiceramos el amor así.
Aquí se torció la cosa, pues que yo soy un poco grande, mido bastante y con ella en esa situación era imposible entrar bien en la cama. Entonces se me ocurrió soltarla, le até las muñecas a la espalda. Con los ojos tapados y sin poder mover los brazos lo hicimos sentado yo en la esquina de la cama con ella encima. Fué realmente increible.
A la mañana siguiente cambiamos y el que fue atado fuí yo en iguales condiciones que ella. Me acuerdo perfectamente que ella se ponía encima mío. sentía su pelo por mi cara, quería besarla y no estaba. Entonces se acercaba y me ofrecía su cuello,su lengua el pecho o su entrepierna. Después hicimos el amor.
Esa noche fue increible. Pero después de esto hubo algún tímido reintento pero nunca funcionó como aquella vez, pese a que propuse hacer algo parecido nunca se ha dado, fue un poco frustrante.
Creo que esa vez fue el detonante que me interesará el tema. He mirado obviamente en internet alguna cosa pero me parece que siempre se tiende al tema de forzar mucho, de aguantar dolor y no me ha terminado de convencer.
De lo que he visto que me ha gustado y he fantaseado es de poder tener a tu pareja inmovilizada de pie, de forma que puedas abrazarla y jugar con ella con un contacto más profundo por delante o por detrás. Pero me gusta la idea que abrazar por
detrás a tu pareja y mientras le mordisqueas el cuello el frotar su clítoris sin que pueda hacer nada.
Me encanta el bondage, la sensación de gozar y dar placer desde la inmovilización consentida utilizando juguetes, sensaciones y situaciones. Es algo que en mi vida actual no he podido practicar mucho y a la que no quiero renunciar.