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El sitio y el momento

10:16 am Tuesday, 25th February, 2020

Ellos se habían conocido no hacía mucho; a través de unos amigos. A medida que coincidían los fines de semana las miradas se cruzaban y las sonrisas se seguían. Hasta que finalmente, una noche de verano después de salir de fiesta, él decidió dar el paso.

–¿Quieres dar un paseo por el puerto?–le preguntó, sin más miramientos.

Ella aceptó. Era una noche calurosa; el cielo nocturno despejado y salpicado de algunos puntillos brillantes, mostraba la luna en pleno apogeo. Al cabo de un rato, ella se paró, frotando los brazos.

“¿Será que tiene frío”, pensó él. Se le acercó por detrás y con los dedos de las manos recorrió sus hombros, bajando por sus brazos, al tiempo que notaba cómo se le erizaba la piel. Aprovechó el momento para juntar su pecho con su espalda, en un fuerte abrazo. Con un gesto de la cabeza lento, ella retiró su pelo y lo dejó caer para mirarle a la cara. Sonrieron. Se miraron a los ojos. Él le dijo algo bonito. La giró lentamente y con la mano derecha guió su barbilla de manera que lo mirase directamente a los ojos. Sus labios se tocaron al tiempo que él la apretaba contra su cuerpo. Fue entonces cuando ella pudo notar una cálida y dura sensación a la altura de su cintura.

Quiero ser tuya ahora –imploró ella.

Y lo cierto es que querían exactamente lo mismo. Levantaron la cabeza y miraron a su alrededor. En un puerto deportivo, sin gente a las tantas de la noche, sólo divisaron al fondo del paseo un baño público. Se miraron y sonrieron con complicidad. Era el sitio y el momento.

Los dos caminaron hacia el baño de la mano, parándose para besarse cada vez más intensamente; siendo este el preámbulo del ardor que los atenazaba y que ardían por liberar. Una vez en la puerta del baño, ella lo empujó contra la fría puerta metálica y con su mano aprovechó para tocarle su miembro, mientras él apretaba sus nalgas, poniéndola de puntillas. Finalmente él abrió la puerta del baño. Entraron y se miraron.

–Podía ser peor –dijo ella, riéndose.

Él la agarró, apartándole el pelo. Le acercó su cara. La miró a los ojos. La besó. Suave, intenso. Ella se separó, cerrando el pestillo del baño, apoyándose en la puerta con el rostro completamente excitado. Él se acercó, atándose a sus labios de nuevo. Fue en ese momento cuando ella se dejó llevar totalmente por él. Parecía querer ser guiada, incluso dominada, en aquella situación que tanto morbo le provocaba. Sin embargo, lo empujó hacia atrás y le dijo en voz baja:

–Siéntate. Ahora me toca a mí.

Él bajó la tapa del baño y ella lenta y segura, se sentó encima de su abultado paquete. La rodeó por la cintura y ella se colocó para sentir su miembro cerca de su coño empapado.

–Quiero que me folles –le dijo, susurrándole sobre su cuello.

Lo besó con pasión y empezó a bajar por su cuello mientras con las manos desabrochaba fieramente el cinturón. Él con sus manos sobre sus caderas, empezó a moverla, frotando su coño sobre su polla. Cuando ella logró deshacerse del cierre de sus pantalones, metió la mano dentro de su bóxer.

–Joder… –se le escapó a él, respirando con fuerza.

Ella empezó a subir y bajar con su mano agarrada a su polla, contoneando sus caderas. Le siguió lamiendo el cuello y empezó a desabotonar los botones de su camisa. Sin embargo él bloqueó sus movimientos, parándola.

–¿Pasa algo?
–Nada… solo que no hay prisa.

La levantó y la colocó encima de la cisterna. Ella lo abrazó con sus piernas mientras que su mano seguía explorando su miembro. Él empezó a desabotonar la blusa.

–Ahora me toca a mí –le susurró él.

Terminó con la blusa y la dejó caer en el suelo. Luego, arrodillado, le soltó los botones del vaquero al tiempo que le besaba el sendero de su tripa que llevaba a su empapada vagina. Le bajó los pantalones y observó extasiado las pequeñas bragas de color negro transparentes y de puntilla. Ella se rió al ver su cara. Venía preparada. Había recordado, entre copa y copa de un sábado, un comentario de los gustos particulares de él, recalcando un fetiche abierto que tenía sobre la lencería femenina.

Después de su contemplación y adoración de su lencería, le quitó las bragas y colocó su pierna derecha sobre su hombro. Comenzó a recorrer con su lengua alrededor de su coño. Ella cerró los ojos y le agarró con fuerza la cabeza y el pelo de él. Es lo que ella esperaba… Nada de un toque tímido ni un torpe intento. Su lengua se introdujo directa en su coño, mojado, empapado y suculento. Empezó lento y siguió con más ímpetu. Siguieron los pequeños gemido de ella que lo seguía apretando contra su coño, impregnado su boca con sus flujos.

–¡Para! –le pidió, de repente.

Bajó la pierna y en un arrebato lo levantó y lo empujó contra la puerta. Le bajó los pantalones. No podía aguantar más. Se puso de rodillas, le agarró su miembro y desde la base de su polla hasta la punta lo empezó a lamer lentamente, haciendo pequeños círculos. Tras unos minutos chupándolo, lamiéndolo e intercalando juegos de lengua, él le le pidió que se pusiera encima de la tapa del váter. La agarró por ambos lados de la cintura y le introdujo léntamente el miembro hasta el fondo, dejándolo ahí quieto unos segundos. Ella gimió.

Subió con sus manos por su espalda desnuda hasta que llegó a las ataduras de su sujetador, liberando sus pechos ya ahora desnudos. Se inclinó besándole la espalda a la vez que aumentaba el ritmo de sus embestidas. Ella giró la cabeza, mirándolo, mordiendo el labio, pidiendo más y más con la mirada. Él empujó más fuerte y rápido. Ella gimió más alto y tuvo que apoyarse con sus manos en la pared para no golpearse la cabeza.

–Sigue, sigue que me corro –gritó ella.

Él le complació sus deseos. Ella gritó

–Sí, joderrrr

Las piernas le empezaron a temblar. Suspiró. Se giró y le miró. Le sonrió. él siguió a un ritmo más lento mientras la seguía acariciando. No quería que se terminaba. Quería seguir así toda la noche. Pero no pudo más, y terminó corriéndose sobre su culo y espalda.

Eran las cinco de la mañana cuando volvieron juntos en el metro, cada uno a sus casas…





Comments
2:24 am Tuesday, 3rd March, 2020

Eres deliciosa

2:24 am Tuesday, 3rd March, 2020

Eres deliciosa

12:16 pm Tuesday, 3rd March, 2020

Son simples deseos tuyos de querer que alguien te coja igual que tu relato

5:34 pm Tuesday, 3rd March, 2020

Me gusta tu relato , pero más me gustaría cogerte así.

1:18 pm Wednesday, 4th March, 2020

me encantaria que me cojan asi

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