Sobre la experiencia erótica

Me gusta entender el erotismo como todas aquellas cosas que acompañan el sexo: la excitación, mientras el corazón y la respiración se aceleran; las sensaciones invadiendo el cuerpo, el cosquilleo de los genitales y la electricidad que sube por la espalda, además de las sensaciones fantasma de cuando uno se imagina tocando, besando, oliendo y fusionándose al acompañante, empapados y cegados por la lujuria; los pensamientos que dentro de la mente gritan tan fuerte que hasta parece que se escucharan desde afuera; y las emociones que terminan por anular el resto de cosas que para el sexo son irrelevantes, revelando únicamente el placer para poderlo contemplar. Qué deleite cuando todo esto junto se desborda, desencadenando oleadas de explosiones sensoriales durante el clímax. Realmente me gusta el sexo y me fascina la experiencia erótica.
Estoy aquí para vivir mi sexualidad sin complejos y crear buenos momentos con gente agradable y abierta de mente que busque lo mismo que yo: sentir placer, vivir, aceptar y entregarse a su lujuria. No creo que haya nada de malo en sentir cosas ricas ni en pedir lo que a uno le gusta, y no sé tú, pero a mi me encantan el sexo y los orgasmos. Mientras haya responsabilidad y buena comunicación, se puede pasar momentos increíbles.

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