Fantasía semanal 1...

Esta oscuro en la habitación 403 del hotel más barato de la zona; dentro solo estamos yo y mi ajustado vestido negro hacia buen rato que había decidido quitarme los tacones. Es la primera vez que estare con un hombre desde que decidí convertirme en mujer, espero que sea fuerte, espero que sea guapo, espero gustarle, espero que esté a tiempo.Cuando al fin llaman a la puerta mi corazón se desboca, la puerta está a 4 pasos pero llego con solo dos. Abri la puerta sin creer lo que veía, tanta belleza masculina despertó en mi todos los instintos femeninos que hasta entonces había reprimido. Arroje mis brazos sobre su cuello y empecé a besarlo sin siquiera decir hola, sentía el piso helado bajo mis pies descalzos pero el resto de mi cuerpo ardía bajo las caricias de sus manos. Con sus brazos me levantó para ponerme sobre la cama y mientras sentía todo su peso sobre mi cuerpo me murmuro en el oído ¿Qué te gusta? Con una voz que parecía más un gemido dije "hazme mujer". Subió mi vestido para darse cuenta de que ya no llevaba pantaletas, escupió en sus dedos y me introdujo dos por detrás, enloquecí de modo que empecé bajarle los pantalones. Tibia y rígida pareció saltar fuera de sus boxers, lo envolví con mi mano para estimularlo cada vez más deseosa, cada vez más firme. Me apartó para quitarse la ropa, lo vi de pie frente a mi, me derreti fuera de la cama y tome forma de nuevo esta vez de rodillas con la boca abierta, sin palabras le pedía que me alimentará, que pusiera en mi boca el divino instrumento que tanto había anhelado, puso sus manos en mi nuca y senti una presión nauseosa en mi garganta, trate de respirar pero no pude, mi tos quiso apartarlo pero mis manos le empujaron la cadera para tratar de llegar más profundo. Sentía que me desvanecía cuando en el último segundo lo saco de mi boca, hilos gruesos de saliva aun nos conectaban a eso y a mi, di una larga bocanada justo antes de que perpetrara de nuevo su ataque contra mi craneo, una y otra vez repitió su encomienda hasta que no quedó un rincón que no hubiera frotado. De pronto se sintió listó, hizo una seña para que me levantará y me pidio recostarme, levantó mis piernas para exponer el único orificio que una mujer como yo puede ofrecerle, escupió nuevamente antes de apoyarse en la salida de mi ser para dar paso al desenfreno. Con un movimiento lento pero sostenido se introdujo hasta que no pudo más, el desgarrante dolor me hizo gritar inevitablemente, senti vergüenza y sentí miedo, quise que parara pero estaba decidida a satisfacerlo. De algún modo mi cara de dolor le hacía feliz, le daba impulso asi que no me contuve, le deje ver cuanto dolor había en mi cuerpo, sufrí y sangré, pensé en estimularme aunque logre contenerme, esperaba que el placer llegará de un momento a otro y cuando menos lo esperaba el éxtasis empezó a acercarse, el mundo daba vueltas cuando de mi broto mi semilla, me estremecí y lo vi perder el control al terminar. En ningún momento deje de sentir dolor pero había llegado, le había cumplido a mi nuevo hombre, mi cuerpo tardaría en sanar y aun asi lo haría de nuevo.

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