Hola a todas.
Acabo de llegar a esta página y, como recomienda dedicar la primera entrada a presentarse, me tomaré un rato haciendolo. Aunque me han colocado un avatar rarito y no consigo subir una foto mía, soy Dominante y me encanta la práctica del BDSM.
Claro, este término es amplísimo; cabe casi todo. Lo delicioso es buscar aquello que resulta adecuado en una relación así. Y me gusta explorar, tanto a través del diálogo, siempre primero el diálogo, como del cuerpo.Una sesión se basa en la búsqueda de los límites en cada paso. Ir más allá; mantener el placer o poder convertir el dolor en placer depende de lo consensuado. Para mi, es la conjunción de dos mentes; sin esto podremos llevar a cabo una sesión que al final nos podrá parecer descafeinada. Cuando las mentes se encuentran y surge la complicidad la sesión se transforma en una curva que sube, se mantiene, baja, vuelve a subir, baja a la mitad, sube de nuevo... Esta sucesión de excitación alta y relax es la que va aumentando la intensidad a través de las prácticas. Todas tienen un contexto y un momento idóneo.
Me encanta mantener la excitación de mi pareja todo el tiempo; no hay nada más satisfactorio que el gemido que produce una caricia o el encontrar la presión adecuada. No es sólo dar órdenes, es crear el clima necesario para que desees cumplirlas. Esto es la mente la que lo consigue. Unas veces desearás saber lo que va a ocurrir, otras querrás que ocurra algo sin saber el qué. En la primera opción lo habremos hablado y pactado; una sesión preparada entre los dos eligiendo las prácticas y su orden es muy excitante. Una vez puesta en marcha habrá momentos en los que necesitemos introducir algo distinto para mantener la intensidad o el ritmo, algo para ir un poco más lejos en la búsqueda del límite. Y hay que encontrar esa frontera, que varía con cada encuentro. Por eso, si hay algo que hago es sentir y escuchar a mi compañera.
Mi compañera no es un objeto, es una persona; y el hecho de su abandono se convierte en mi responsabilidad. Es por esto que jamás permito que se sienta sola. Tipos de sesión hay muchos, más frías, más intensas, más lineales, con el inicio brusco o relajado... Debemos llegar al punto de saber cómo comenzar cada una de ellas y eso es, de nuevo, diálogo y sinceridad. Somos personas adultas que se encuentran para disfrutar de sus preferencias en el sexo y esto debe proporcionarnos la satisfacción que buscamos a través del juego que hemos acordado. Para que esto pueda ser necesitamos conocernos; necesito conocerte bien, tus preferencias, tus deseos, lo que te excita, lo que rechazas, lo que buscas... Y tu conocerme a mí. La base de todo esto es el conocimiento, la confianza y el respeto a los límites; así sí podremos llegar a la complicidad de la sesión.
Somos dos personas buscando y eso nos da ya un punto de partida en común. Después podremos complementarnos. Si estás buscando conocer, mi experiencia puede ayudarte y si estás buscando placer, te lo puedo proporcionar. Todo es cuestión de hablar y conocernos.