Un día cualquiera chateando por una web de contactos una foto llamo mi atención, por lo que decicidi entablar una conversación en la cual nos conocimos un poco y fuimos cogiendo confianza hasta tal punto de hablar de sexo como si nos conociéramos de toda la vida. Tal fue el calenton de esa conversación que decidimos quedar en las dos horas libres que yo tenía para comer, en principio solo era para hablar y conocernos. Ella me invito a su casa me abrió la puerta y sin mediar palabra me agarró me llevó a su cuarto, me tiro en su cama y ahí empezó todo. Ella me empezó a besar, rozandome con todo su cuerpo, yo reaccione y empecé a tocarla, mientras mi polla se iba poniendo dura rozandose contra su pantalon, empezamos a quitarnos la ropa y ella fue bajando suavemente hasta empezar a chupar mela. Yo muy cachondo decidí entrar en acción así que la coji la di la vuelta y me puse a comerla su chochito húmedo mientras ella se apretaba las tetas y gemia de placer, hasta que ella ya muy caliente y mojadita, quiso que le metiera toda mi polla, ella no paraba de gemir y todo el rato quería más y más. Nos follamos de todas las maneras posibles, los dos queríamos más y más eso era un no parar, algo que no queríamos que nunca acabará, hasta que al final conseguimos corrernos los dos a la vez.nunca había sentido tanto placer, los dos nos vestimos y cada uno siguió por su camino, siempre con el buen recuerdo de aquel rato de placer que nos dimos los dos desconocidos
Disfruta del momento que la vida es corta, soy chico rellenito, sin vicios, 1,75,en busca de sexo y nuevas experiencias