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Con ganas de mas......

11:59 am Tuesday, 13th July, 2021

Hacia círculos con su lengua sobre mi glande a la vez que se tragaba mi polla. Todo ocurría dentro de su boca sin sacarla. Yo agarraba su cara y acompañaba el vaivén de su cabeza adelante y atrás. Sus manos apretaban mis nalgas y también se unieron al balanceo. Aún no me había quitado los pantalones, estaban caídos en el suelo. Mire al techo y cerré los ojos, si miraba hacia abajo y seguía viendo cómo me estaba comiendo me correría. Me apretó los testículos y se me escapó un pequeño grito por placer y a la vez dolor. Se movía más rápido y paraba. Una y otra vez. Baje la cabeza y sus ojos y los míos se encontraron. Comenzó a darse pequeños golpes con mi polla en su lengua, en su cara, en sus labios y volvía a tragársela con ímpetu y sin apartarme la mirada. Delante sentada en el sofá, mi chica estaba abierta de piernas masturbándose con una mano y con la otra se apretaba los senos con fuerza. Estaba en ropa interior, tan espectacular como siempre. Tacones altos de color negro, medias hasta el muslo cogidas con un ligero, tanga y sostén todo a juego. Ella me miraba y se mordía el labio. Estaba disfrutando con lo que veía. Sus dedos jugaban con su clítoris y su vagina. Al hacerlo producían un leve sonido por la humedad que tenía. Hubo una pausa en la que paramos para terminar de desnudarnos. Ahí fue cuando mi chica aprovechó para cogerle la cabeza y dirigirla hacia su entrepierna. Ahora era yo el que la miraba a ella. Aquella imagen de cómo le estaba comiendo el coño me excitó muchísimo, su cara, sus exhalaciones, como se estremecía su cuerpo. Me puse al lado de ella y le acerque mi pene hasta su boca. Se lo trago de inmediato. Escucharla gemir y ver cómo le lamian el clítoris fue una locura. Saqué la polla de su boca y me puse un preservativo, no podía esperar más. Aproveche el momento del cambio de posición. Él estaba de rodillas mordiendo los pezones de mi mujer cuando me puse por detrás, tire de sus caderas hacia mí y le introduje mi polla muy despacio. Primero solo el glande, lo metía y lo sacaba, esto lo repetí unas cuantas veces. Cada vez que lo hacía sus gemidos y exhalaciones iban aumentando. Después empuje solo hasta la mitad de mi pene, muy despacio, quería que notase dentro cada centímetro de mi polla. Con una mano cogí su pelo y tire hacia atrás. Ahí fue cuando entró toda y soltó un grito. Con mi otra mano y rodeando su cintura la lleve a su entrepierna. Su polla estaba muy dura, creo que cuanto más fuerte me lo follaba más dura se le ponía. Alguna vez mi chica me penetraba con un cinturón que tenía un consolador de 15 centímetros y apenas si se me ponía tiesa, eso sí, me daba muchísimo placer, por eso me llamó la atención que nuestro nuevo amigo la tuviera tan dura con las embestidas que le estaba dando. Lo conocimos en un bar de ambiente apenas unas horas antes, tomamos algo con él, nos contó que era bisexual y no le dimos vueltas. Hacía tiempo que fantaseamos con un intercambio de parejas o con un trío y lo decimos sin más. Me gustó su cuerpo, tocar su espalda, sus muslos, separar sus cachetes mientras me movía dentro de él. ¿Te gusta follartelo?, me pregunto mi mujer al oído. Se colocó detrás de mí, me mordía la nuca, me apretaba los testículos por detrás con fuerza mientras me lo follaba, me besaba. ¡Fuerte, así, más fuerte! Oír todo aquello que me decía me excitaba aún más y tuve que aflojar la intensidad del movimiento. Era eso o correrme, y no estaba dispuesto aún. Deje de follarlo, quería hacerlo con mi chica, o que él lo hiciera con ella. Quería ver la cara que pondría follando con otro. No sabía cómo iba a reaccionar cuando la viese y necesitaba saberlo. Nuestro amigo se sentó en el sofá, yo sin dudarlo, aun de rodillas, me acerqué hasta su polla. Por primera vez vi tan de cerca la polla de otro tío, y he de decir que me excito mucho. La cogí con mi mano y empecé a masturbarlo. El tamaño que tenía sin ser nada extraordinario me encantó y no me lo pensé, me la metí en la boca. Nunca había fantaseado con estar con un hombre, pero allí estaba comiéndole la polla. Empecé a jugar con su glande, a morderlo suavemente, me la tragaba y mi mano hacía de tope para que no me diese en la campanilla. Me puso su mano en mi cabeza y gemía. Yo también lo hacía. Abrió las piernas y le metí dos dedos por el ano mientras seguía chupándosela cada vez más rápido. Mi chica se puso a mi lado y empezó a lamer sus testículos. ¿Quieres probarla?, le pregunté, y sin contestarme la agarró con su mano y se la trago. Ver a mi mujer con la polla de aquel tipo en su boca y tan cerca de mí me dejó sin palabras y muy muy excitado. No podía dejar de mirar como se la estaba comiendo, y ella no dejaba de mirarme a mí y más rápido se la chupaba. Conocía aquellos movimientos de mi chica, lo hacía cuando quería que me corriese en su boca y ahora otro iba a hacer lo mismo que yo. Pensar aquello me ponía muy dura la polla. Mirándonos los dos ignoramos que nuestro amigo estaba diciendo algo. Ya os imagináis lo que decía, ¿no? Estaba a punto de correrse. Se la estábamos comiendo entre los dos, primero ella, luego yo. Teníamos su polla entre nuestras bocas y movíamos nuestros labios de arriba abajo. La verdad es que yo con lo que le estábamos haciendo me hubiese corrido en dos minutos. Deje a mi chica de rodillas con la polla de nuestro amigo y fui a coger otro preservativo. Se lo di a ella y se encargó de ponérselo. Levante a mi mujer y la bese, nos abrazamos y seguimos besándonos. Le mordí el cuello y me detuve en su oído. ¡Follatelo fuerte! ¡Quiero ver como lo haces con otro! Le dije. Ella soltó un gemido. Cuando se iba a sentar encima de él le comente que así no. Quería ver su cara y no quería que se escudase en el para no poder mirarla. Le di la vuelta de manera que se lo follase en frente de mí. Su espalda apoyada en el pecho de nuestro amigo que tenía las piernas abiertas. Ella agarró su polla le cerró las piernas y se la metió en el coño muy despacio. Al principio solo un poco, con suaves sentadillas se la iba introduciendo un poco más hasta llegar al fondo. Yo estaba absorto viendo como los labios de la vagina se adaptaban perfectamente al pene duro de nuestro amigo. Comencé a masturbarme mientras me agachaba hasta que mi cara quedó muy cerca del clítoris de mi mujer. Le apreté los testículos a nuestro amigo y me los metí en la boca, primero uno y después los dos a la vez. Los absorbía con fuerza para escucharlo gritar. Mi chica se movía despacio y yo aproveche para lamer su clítoris. La humedad que salía de su vagina empapaba la polla de nuestro amigo y ya le llegaba a los testículos. Ella se estaba corriendo. Conozco cuando lo hace, sus movimientos, sus gemidos y exhalaciones. Al notarlo tire de los dos un poco para afuera del sofá, quería probar si había sitio para mí también. Ella se quedó quieta, mirándome a los ojos, dentro de su húmedo coño estaban nuestras pollas duras rozándose. Empuje con mis caderas hacia arriba y mis testículos chocaban con los de mi amigo. Yo tenía mejor posición. No podían moverse ninguno de los dos y comencé a moverme fuerte. Agarre a mi chica por el cuello y la bese jugando y provocándola con mi lengua. Seguía follandomela fuerte y la polla de mi amigo me rozaba mucho. No puedo recordar quien dijo que no aguantaba más. Fue el efecto dominó que hizo que los tres nos corriésemos. En el momento en que sentía que le estaba llenando la vagina de semen, ella empezó a orinarse. Nunca antes había hecho eso. Primero note unas gotas y después vino lo demás. Saque mi polla agarrándola fuerte con una mano y le di golpes con ella por su clítoris, por los labios vaginales, salpicando un poco en todas direcciones. Recuperamos el aliento cada uno como le fue posible. Mi mujer se colocó en cuclillas en el suelo. Abrió bien las piernas y por su vagina caían restos de semen. Nuestro amigo y yo estábamos de pie junto a ella, él quitándose el preservativo y yo tocándome suavemente. Mi chica agarró la polla de nuestro amigo y la mía y junto nuestros glandes. Los frotaba y aquello me dio mucho gusto. No me lo pensé y lo bese. Nunca antes de aquello había hecho ni me había atraído nada sexual con otro hombre. Supongo que serán las creencias machistas que recibimos desde pequeños y luego en la pubertad de pensar que un hombre solo puede tener placer con una mujer y viceversa. Me gustó como me beso, mientras tanto mi mujer nos comía a los dos, se que se quedó con ganas de más……….ella siempre se queda con ganas de mas.......




Comments
12:32 pm Saturday, 13th November, 2021

Uffff

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