Después de aquel suceso, le perdí el rastro a la vecina, por lo menos habían pasado 2 semanas desde aquel momento y simplemente la vecina no mostraba sus luces.
Era evidente que seguía viviendo en el mismo edificio ya que su carro iba y venía, o al menos eso parecía, solamente no habíamos coincidido.
Cabe mencionar que mi vecina era en ese momento una señora extremadamente atractiva de quizás 40- 45 años, con muy buena condicion fisica, clásica señora de GYM y café por las tardes con las amigas, quizás un par de copas de vino blanco para el stress...
Un día, lunes por la mañana de hecho, al rededor de las 7:00am, recién salía yo de la regadera y al entrar en la habitación pude ver a la vecina en el jardín, cosa muy extraña especialmente por la hora y el día en cuestión... y no, no estaba en casa por la pandemia... ya que no existía el bicho en esos años aún.
Traía un traje de baño, super elegante, de esos que se compran en butiques especializadas, con adornos de piedras y cadenas (muy buen gusto) y sobre todo, dejaba ver el suculento contorno de esa dama; no sé cuanto tiempo quede pasmado con la imagen, sin embargo desperté del aquel trance al percatarme que me estaba observando... en ese momento ya estaba medio vestido...
Tomó un tapete de yoga, y lejos de cambiar de lugar, simplemente se dispuso a comenzar con su rutina de yoga... en ese momento supe que eso no era una casualidad, sin embargo apurado por mis compromisos laborales abandone mi casa con mucha prisa y con una gran y solida erección.
Ese día por la tarde al volver del trabajo, me percate que no estaba su vehículo en el estacionamiento, hecho que no le dí mayor importancia, al llegar a la casa me di cuenta que estaba bajo en mis reservas de agua y mota, (ojo no es que sea un gran consumidor, pero de vez en cuando un porrito nocturno después del trabajo a nadie le cae mal). así que me dispuse a hacer las pesquisas necesarias para evitar escases innecesaria.
Al volver a casa al esperar el elevador, llegó la vecina, honestamente yo me hice medio menso como para hacer tiempo y calar un poco la situación, la dinámica era sencilla, si ella no tenía ningun interés o se encontraba incomoda con la situación, simplemente se comenzaría a hacer medio mensa para no coincidir en el elevador.
De esta manera, si sucedía lo último yo ya sabría y dejaría todo por la paz y el respeto.
Para mi sorpresa, no sucedió, lejos de aletargar su proceso, parecería que le andaba la prisa por bajarse...
