Transcurría un día normal sábado en la noche luego del trabajo, bar, tragos, chicas hermosas, excelente música, quice tomar un trago y relajarme, el ambiente estaba lleno de energía y mujeres muy bellas, de un grupo de tres chicas se me acercó una me invitó un trago y a bailar, fue un juego lleno miradas, palabras y sutiles caricias, ella muy insinuosa mostrando sus grandes curvas y excitantes pechos bailando con una sensualidad deliciosa, en medio de todo y pasado un tiempo ya estábamos en más confianza, ya habían besos, caricias y un cachondeo delicioso, queríamos más, queríamos sexo, en el momento que ya estaba todo muy caliente y sin vergüenza entra una mujer quien era mi pareja y quien se dio cuenta de todo lo que estaba pasando, entró muy tranquila y en vez de molestarse me dijo que la invitarámos a casa, ella aceptó encantada. Al llegar a casa ambientamos el apartamento, música, velas, vino, nos pusimos más cómodos, menos ropa, y más cariñosos, empecé a ver como sus lenguas rosaban sus cuerpos y la ropa iba desapareciendo, cada vez más algidas, más cachondas, con si respiración rápida, todo ha pasado tan rápido, me encuentro en la mitad, acariciando las, una chupando mi pene y la otra besándome, disfrutamos hasta quedar exhaustos, llenos de sudor, de fluidos de ganas, de sexo, de querer repetir, fue inolvidable....
