Me gustaba presumir de mis conquistas masculinas, cada fin de semana una chica nueva!
Un buen día conozco a una chica demasiado guapa, espeluznantemente guapa en un viaje de vacaciones.
Su novedad, el sexo sin sexo! que vacaciones!
Me mostró un aparato que hoy son los llamados jaulas de castidad, pero por el tamaño no hubo forma de colocarlo, hasta pasar una noche desenfrenada de sí ! sexo con sexo! fantásticos días de gritos y gemidos de piernas abiertas y almohadas mordidas y llenas de saliva con esa chica, una mas! había triunfado!!
Como una corderita que se resistía fueron unos buenos lametones profundos y a chillar a cuatro patitas en la cama, en el sofá, imposible resistirse al tamaño perforador que se abría paso en la estrechez.
Pues llegó su venganza!
Satisfecho! con una sonrisa dibujada, observando su cuerpo ya mío, en relax me duermo, y me despierto a la mañana con un dolor y una molestia en "mis partes" como dicen los abuelos.
La mas dulce venganza de la niña estaba en su curso, había logrado colocarme su jaula que era su diversión del sexo no sexo, y por lo tanto ahora tocaba sufrimiento y castidad!
Amarrado de manos y pies en la cama ella daba lametones en la jaula, mi ser turgente me hacía retorcer de dolor y de placer, con la esperanza de que tal cual superman reventase la jaula para poder vengarme de esta chica y hacerla gemir ante el macho poderoso.
Pues nada más ajeno a la realidad.
He pasado un dolor un placer memorables, sabanas, perfumes lamidas, cosquillas, alimentarme como a un minusválido en la cama, hasta darme de beber champagne sentada en mi boca.
Este punto es interesante, sexo oral forzado, botella de champagne que cae desde su pecho hasta su vagina y beber de su champagne.
La venganza no hacía más que comenzar.
Hasta que me suelta luego a la noche para caminar, en la habitación.
Una obligada ducha custodiado por ella.
Algo de cariño y comienza la castidad....
Amarrado con las muñecas, colocado boca abajo aseguró su venganza progresiva, lametones anales, dedos, lametones profundos, y luego extrema las medidas sacando un gran pene de colores!
El dolor y la saliva de mi boca en las sábanas.
Comenzó a darme a conocer el sexo sin sexo, más excitante que lo anterior al final sabía lo que ella gozaba con mi pene turgente.
"Con picardía dice, "gracias al sexo no sexo hombres y mujeres somos iguales de putitas" ..... es la frase que resuena de su dulce voz.
