Mis prejuicios morales...

Todo comienza una noche, en la que mi pareja y yo, habíamos quedado con otra pareja, que conocimos a través de una web liberal.
No era la primera vez, que quedábamos con otras parejas. Antes ya habíamos disfrutado de noches de sexo con amigos, en los que dimos rienda suelta a casi todas nuestras fantasías.
El plan era tomar algo, para conocernos, y después lo que la noche nos quisiera deparar.
Llegamos al sitio acordado, tarde como siempre, ya que aparcar por el centro es misión imposible. Nuestros amigos estaban ya disfrutando de una copa, mientras esperaban nuestra llegada.
Después de las presentaciones de rigor, unas copas y a disfrutar.
Tengo que contar, no se si os pasara a vosotros también, que en estos casos, cuando quedas por primera vez con otras parejas, a las que solo conoces por unas fotos, te mueres por mirar, por ver cada detalle de la otra persona, pero te cortas por no aparentar ser un simple mirón 🤣.


Hasta ahora no nos habíamos presentado, perdón...
Yo soy Daniel y mi pareja Claudia.


El caso es que allí nos encontrábamos los cuatro, charlando amigablemente, y destapando nuestras intimidades de alcoba, sin ningún pudor, o casi...


La noche avanzaba y se acercaba la hora de cierre, por lo que debiamos tomar una decisión. Ayudados por el alcohol y la temperatura de la conversación, encontramos un hotel cerca, que parecía tranquilo.
Para no infundir sospechas, cogimos dos habitaciones, una por pareja.


Lo que pasó las tres horas siguientes, os lo podéis imaginar. Cuatro personas, con ardientes deseos de sexo, una cama enorme...
Una noche de lujuria, placer y mucho sexo.


El caso es que por la mañana, Luis(el otro chico) y yo, amanecimos en la misma cama, desnudos y solos. Las chicas se fueron a la otra habitación, y nos dejaron descansando.
De repente escuchamos un gemido, que provenía de la habitación de las chicas. Inmediatamente los dos, nos pegamos a la pared, para comprobar lo que nuestras lujuriosas mentes nos sugerían.
Joder!!! exclamó Luis. Se lo están montando ellas solas!!!


En ese momento, pensé que Luis me iba a sugerir, asaltar la habitación de las chicas, pero no...
Me soltó sin anestesia: "pues nosotros podíamos hacer lo mismo"


En ese momento, no supe reaccionar. Yo siempre me he consiconsiderado hetero, aunque no me da vergüenza reconocer, que alguna fantasía bi, también he tenido. Pero una fantasía, es sólo eso. Hacerlo realidad ya es otra cosa.
Luis, ante la ausencia de respuesta, optó por asaltar la habitación de las chicas, y traerlas a la nuestra, donde prosiguieron sus juegos lésbicos.


Yo seguia aún dando vueltas a la propuesta de Luis, y casi sin darme cuenta, estábamos los cuatro retozando de nuevo en la cama.


Yo notaba como Luis, con mucho tacto y seguramente más experiencia, se acercaba a mi. Roces aparentemente fortuitos, caricias que se extendían de un cuerpo a otro, dieron paso al contacto sin pudor. Yo no estaba incómodo, pero quizá, fruto de mis prejuicios, tampoco relajado.


Ahí es donde la experiencia de Luis, y la complicidad de las chicas, fueron determinantes. Sin darme cuenta, fueron conduciendo la situación, de tal manera, que mis prejuicios comenzaron a perder peso.


Todo parecía fluir, pero esta historia no estaba destinada a acabar todo lo bien que hubiéramos querido.


En el fragor de la batalla, olvidamos donde estábamos, y sobre todo, la hora...
El responsable del hotel, subió a la habitación, ya que el personal de limpieza, había escuchado "ruidos y gritos sospechosos"


En la recepción, cuando bajamos a dejar la llave, improvisamos una excusa, que nadie creyó.
Podíamos observar la sonrisa disimulada entre el personal del hotel, aunque más que gracia, creo que está situacion les producía envidia.


Por nuestra parte, quedamos en acabar la tarea pendiente, pero en un emplazamiento más tranquilo y aislado.


Si os gusta la historia, quizá escriba sobre la segunda cita con Luis y Marta.

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