Desde el colegio distinguimos a los lideres del resto. Me familiarice con las chicas populares. Eran magnéticas o mejor dicho, poseían un rabo magnético, unos senos que danzaban como las olas del mar. La primera señal de una mujer que empieza a arder es que a medida que van pasando los meses los centímetros de su falda se acortan, su blusa se hace mas transparente y son adictas a bailar perreo. Cuentan los miembros a los que pusieron erguidos, son como sus trofeos.
Ellas son empoderadas. Los hombres las desean y ellas alimentan esa ansiedad. Usan microshort, top, minifalda o minivestidos cuando salen de fiesta. Pero solo ellas deciden con quien liarse.
Crecí rodeado de ellas y las prefiero a las mojigatas que no son audaces como para rebelarse ante el machismo y poner al hombre en su lugar. las mujeres tienen el poder sobre los hombres y solo una mujer ardiente puede utilizar ese poder
