Nuestro primer Trio! la suerte del principiante 2

Acá va la continuación del relato anterior...


Ya no solo se besaban, sus manos hacían lo suyo también, investigaban y tanteaban como lo haría cualquiera que explora, tierras desconocidas, por primera vez. Fue en ese momento que las invité a nuestro dormitorio, ellas sin pensarlo estaban de pie, camino a nuestra cama, caminábamos como en las nubes y ellas como novias.


Al llegar, hice mi trabajo, nos besamos de pie al costado de la cama, nos besamos como posesos los tres al unísono, por separado, ellas entre si y yo las dejé hacer mientras mi nueva labor era dejarlas libres de todas sus ropas, cosa que hice con algo de ayuda de ellas, se soltaron mutuamente sus sostenes mientras no dejaban de besarse.


Qué imagen más preciosa y que tipo con más suerte, ese era yo, el de la fortuna, nos recostamos y mientras mi mujer besaba a Ale, quien de espalda reposaba sobre las sabanas, yo me desnudé observando como la osadía de mi señora la llevó a bajar hasta besar los pezones erecto y duros, con areolas que superaban los 8 centímetro, que le entraban completos en la boca de mi señora, quien gozaba a cada lamida o succión, casi más que la misma homenajeada, quien se dejaba querer. Fue en uno de esos momentos de placer mutuo que se propiciaban, cuando hice mi entrada al ruedo, besando a Ale en la boca mirando de reojo a mi señora bajando al otro par de labios, los que aun estaban libres, separó las piernas, miró de frente su nuevo bocado, su deseo guardado y antes de “atacar”, me miró viendo como aplacábamos nuestros deseos con Ale en este beso interminable. Noté cuando mi mujer toco el botín, ya que se sintió el suspiro, arqueo y placer que estaba propinando, Ale no dejó de jadear en ningún momento, haciendo que mi boca sobrara en ese lugar reubicándola en el mismo pezón y la misma teta que minutos antes había sido saboreada por mi devoradora mujer, pechuga de Alejandra que no era menos de 100, copa DD, ¡grandes, turgentes, potentes y por sobre todo caliente!


Mi erección era nueva, nunca antes creo haber estado tan duro, y parece que Ale lo notó ya que una de sus manos tomo posesión del pico, lo toco, lo recorrió con los dedos, lo conoció y reconoció al sistema digital, ya habituada a este pedacito de carne lo hizo suyo, primero masturbándolo y luego besándolo como si siempre hubiera sido suyo y no de su amiga que en ningún minuto dejó de lamer, chupar, succionar los labios, clítoris y jugos que de tan húmeda vulva emanaban, vulva que se decoraba con un pequeño puñado de pelos muy bien recortado y que ahora brillaban por la saliva de mi señora y los flujos que de ella salían.


Para ser una neófita, se le veía bien experta en los secretos del lesbianismo, creo que las mujeres funcionan con un instinto muy desarrollado cuando de Lesbos se trata, es como si vinieran programadas para entregar placer a las de su mismo sexo. Con que pasión, deseo se trataban.


Pero todo esto lo rompí por ignorancia, egoísmo e ímpetu. Desconcentrando por segundos a las dos, al penetrar a mi señora que en cuatro patas seguía afanada en la entrepierna de Ale. Le introduje todo lo que antes ya había hecho por años, pero esta vez fue distinto, la lubricación notaba una excitación única, y lo era. Por suerte mi torpeza no produjo nada malo, solo placer a quien estaba entregando placer hace rato y del bueno, Ale ya había tenido un primer orgasmo que no terminó por varios segundos que mi señora alentó con más y más besos y la lengua en el interior de una muy jugosa vagina, que hasta ahí solo ella había disfrutado de la mejor manera, ni en mis mejores sueños o fantasías había llegado a ver algo tan hermoso, caliente y morboso.


Mientras más bombeaba más gozaban mi señora y Ale, haciendo por primera vez una conexión indescriptible entre los tres que éramos uno solo.


Mi señora en un acto de generosidad absoluta, me dejo el camino para seguir con la posta, entregando placer, mientras ella se dedica a traspasar los sabores a Ale con besos más fogosos que los anteriores, literalmente se comieron la boca entre ellas, hasta que, como si hubiera un guión escrito, ella se sentó en la boca de su nueva amante amiga, esto era un paraíso, Ale aprendiendo a pasos agigantados a ser BI o Hetero curiosa, introduciendo lengua y con técnica propia los dedos en la concha húmeda de mi amor.


Haciendo un triangulo perfecto, nos besamos con mi señora, mientras yo penetraba a Ale y ella comía los labios libres de su también amiga amante.


Dejé mi puesto para dejarlas a ellas como protagonistas de esta jornada, haciendo un descenso mágico mi señora que seguía sentada en la boca de Ale, llegó a comerle la concha que solo mostraba un pequeño rasgo de pelos como un botón. Hicieron un 69 perfecto, se gozaron, se hicieron gozar y disfrutaron la una de la otra como no pensé lo harían en su primera vez.


Ya han tenido unas cinco seis acabadas cada una cuando se besaban para terminar la jornada, se acordaron de que Yo también estaba, con venas gruesas en el tronco. Se miraron me invitaron para que me uniera y por primera vez tomaran de mi leche, la cual por medio de sus chupadas a dúo en mi pico, cosa que nunca me imaginé sería tan maravillosa, acabé sobre sus caras, tetas y abdomen.


No sabía la cantidad que uno podía entregar, fue magistral la forma que terminamos nuestro primer trío!!!


Debo de reconocer que ver sus caras durante toda la jornada de sexo que mantuvimos, caras de deseo, placer, lujuria, fue de las cosas más maravillosas de este encuentro, que por suerte se repitió y se repite, pero cada vez menos, también hemos incorporado a un cuarto para que la cosa sea pareja, jejejejej!!!


Besos a todas en los labios que quieran.


Espero sus comentarios.

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