JUNTOS CON MI AMANTE Y SU AMIGA MOROCHA EN SU CASA SEGUNDA PARTE

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Como recordarán en el relato anterior , después de una tarde en la oficina inesperada con mi amante y su amiga morocha nos dirigiamos a su apartamento, acá les relataré la segunda parte de esa jornada tan apasionante y sensual


Sobre las 6 de la tarde decidimos irnos a la casa de su amiga , yo la verdad venía bastante “caliente”, porque en el coche me había venido haciendo una película imaginándome cómo sería estar en la cama los tres , ya que si bien estuvimos en la oficina , esto no iba a ser lo mismo.

En esas estábamos cuando subimos al departamento. Entramos , nos servimos algo para beber y le pedí a la morocha si podía darme una ducha, lo cual accedió , mientras ellas se quedaron tomando algo y hablando en el living . Al quitarme el boxer noté la erección que me estaba subiendo con las imágenes que aún quedaban en mi cabeza de la tarde en la oficina . En ese preciso instante entra mi hermosa amante , su mirada se dirigió directamente hacia mi miembro desafiante de la gravedad. Se sonrió maliciosamente, se arrodilló delante de mí y comenzó suavemente a tocarme los testículos, mientras me besaba la cintura y la pelvis. Con la sorpresa, no se había dado cuenta, pero la puerta no quedó cerrada del todo, sino algo entornada. Yo había cerrado los ojos, y me entregaba a la hermosa sensación que me estaba viviendo . Con sus labios ya había bajado algo más y comenzaba a besar cada centímetro de mi pene que ya se encontraba totalmente dispuesto para el combate.

Abrió su boca y con delicadeza comenzó a besarme primero el glande, mojándolo con su saliva, recorriéndolo con la punta de su lengua, y luego tragándose poco a poco todo. Yo estaba empezando a levitar y emitía ligeros gemidos. Al ratito de estar así, abrí un poco mis ojos y cuál sería mi sorpresa al ver que en la puerta, totalmente abierta se encontraba su amiga mirando y gozándose todo el espectáculo en primera fila. Lejos de irse, se le notaba en la cara que estaba empezando a ponerse a cien, y me fijé que con una mano empezaba a tocarse uno de sus pechos, mientras que se llevaba a la boca el dedo índice de la otra para chupárselo muy sensualmente.
Ante esta escena, yo me excité aún más, y le di a entender con mi mirada que se sintiera invitada a la reunión . Mi amante no se había percatado, seguía concentrada en lo suyo. Mientras, su amiga se había animado finalmente a entrar en el baño, nos rodeó y se pegó a mi espalda. Comenzó a manosearme el culo y a frotarse con mi espalda. No sé bien cuándo se dio cuenta mi amante de la compañía que teníamos, miró hacia arriba y me vio entretenido comiéndole la boca a la morocha , mientras que ésta no dejaba de mover sus manos por mi espalda, mi pecho y mi culo. No debió sorprenderle demasiado la escena, porque se puso de pie y buscó también mi boca. Entre ellas empezaron a condimentar con su saliva y sus manos el sándwich que estaban haciéndose conmigo. Yo, se pueden imaginar, estaba gozando a pleno .
Después de un rato de besos, caricias, sobeteo, chupadas, durante el cual los tres nos habíamos despojado de nuestras escasas ropas, me condujeron entre las dos hacia la cama. Allí tumbado boca arriba se distribuyeron muy bien mi cuerpo: Mi chica se dedicó a chuparme los pezones y a comerme la boca, mientras que le cedió a su amiga el resto de mi cuerpo. La morocha se dedicó a continuar la grandiosa mamada que antes había empezado mi amante , y debo reconocer que supo estar a la altura. La besaba con mucho estilo, al mismo tiempo que me sobaba los huevos y me tocaba la piel alrededor del ano. Yo había desconectado mi cerebro y me dejaba hacer todo lo que quisieran. Tan sólo recuperé algo de conciencia cuando sentí que estaba a punto de correrme. Me dio un poco de fastidio pensar que se podía acabar así este momento. Sin embargo, para todo hay solución. Su amiga había sentido cómo mi polla hacía señales de querer soltar su carga, y puso su cara y su boca totalmente dispuesta para recibir la entrega. Descargué mi semen sobre ella y noté por su expresión que había disfrutado mucho con mi leche. De hecho, comenzó a lamerse la cara y a chupar lo que quedaba sobre mi glande.

Pasado este primer momento, mi ,amante que se había perdido lo que había pasado de cintura para abajo, lejos de conformarse con lo sucedido, se aproximó hacia su amiga y comenzó también a ayudarla a limpiarme la polla. Sus bocas luchaban por conseguir el líquido blanco, y en la pugna, comenzaron a besarse para tratar de obtener más cantidad. Con el arrebato, se animaron y empezaron a enrollarse entre ellas, pasando de los besos a toquetearse y a dirigir sus manos hacia sus tetas y respectivas vaginas . Yo me había convertido en espectador momentáneo de esta nueva etapa, sin embargo, no descuidé dirigir mis manos hacia los espacios que me dejaban disponible. Pasados algunos minutos los tres encontramos cada uno su hueco, mi chica besaba los pezones de su amiga, yo le lamía el clítoris a su amiga con pasión y ella le introducía dos de sus dedos en la vagina a mi amante . Mi polla ya había vuelto a dar señales de guerra, y me debatía en pensar por cuál de los dos coños podía empezar. Dada la novedad, me incliné por el de su amiga, para gozar de la sensación de un espacio nuevo donde introducirla . Así que la acomodé boca arriba en la cama. Ella se encontraba lo suficientemente mojada para que yo pudiera penetrarla de un solo empujón hasta el fondo. Fue una experiencia muy placentera, ya que si no hubiera estado así de mojada ,me habría costa ya que la cavidad de su vagina era tan apretada o menor que la de mi amante , así que sentía mi polla entrar y salir sin ningún tipo de dificultad . La morocha pronto comenzó a gemir con fuerza, se puso como loca con la sensación de tenerme dentro suyo, aunque la verdad es que para esa altura estábamos todos lo suficientemente excitados como para que pareciera que era el último polvo de nuestras vidas. Mientras yo me ejercitaba penetrándola a ella, mi amante no perdió el tiempo y se colocó sobre la cabeza de su amiga. Ésta inmediatamente entendió el mensaje y comenzó a lamerle el clítoris y a meterle poco a poco su lengua por la vagina. Mientras los dos nos encontrábamos encima de su amiga , acercamos nuestras bocas y comenzamos a besarnos con desesperación.

Al rato de estar con esta postura, eché de menos el coño de mi amante así que les indiqué que nos moviéramos. Esta vez coloqué a mi amante a cuatro , para poder gozar su hermoso trasero, y se la fui introduciendo a punto de explotar por su vagina. Ella estaba más mojada que nunca, así que tampoco tuve ningún problema en introducirla de golpe, gesto que agradeció con un enorme gemido de placer. La morocha aprovechó también para colocarse debajo de ella y seguir besándole las tetas, mientras con sus dedos continuaba el trabajo que yo había tenido que dejarle a medias.

De esta manera estuvimos otro buen rato más. No sé ni cuántas veces oí los gemidos de placer de su amiga y mi amante al disfrutar de los sucesivos orgasmos que cada una estaba experimentando. Yo por mi parte, no podía creerme lo que estaba gozando. Sentí que otra vez estaba para venirme, así que aproveché que tenía delante de mí dos dispuestas mujeres para volver a regalarles el líquido por el que antes habían disputado. Aceleré mi ritmo eyaculé dentro de mi amante y también sobre la cara de su amiga que se había colocado debajo para saborear toda mi leche nuevamente , mientras dejaba salir de mi boca un gemido de placer que llenó toda la habitación. Tras eso, me acosté en la cama, quedándome en medio de mis dos hembras, ellas se acomodaron a mi cuerpo, sin decir nada, simplemente notando nuestras respiraciones aceleradas que trataban de recuperar su ritmo.

No sé muy bien cuánto tiempo estuvimos así, debimos quedarnos dormidos, porque cuando volví a abrir los ojos ya era de noche . Me encontraba solo en la cama, miré el reloj y ya eran cerca de las 22 hs. , la primera sensación que tuve fue la de haber vivido el sueño más caliente de mi vida. Esto me produjo un cierto desasosiego, ¿Habría sido todo un sueño? Me desperté desorientado , mi amante no estaba, tampoco su amiga …la habitación estaba totalmente a oscuras y silenciosa, cuando sentí unas risas desde la ducha..... esto será tema de otro capítulo

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