Noche de fantasía desvirgando mi culito

Imagino que una noche viene un Daddy Dom y me ordena que me ponga boca abajo sobre la cama donde ha puesto un par de almohadas justo en el centro, le hago caso y me pongo boca abajo ahí, se lo que me espera, he sido muy traviesa y le he mandado fotos a su celular mientras estaba en el trabajo y yo masturbandome y teniendo un orgasmo sin su permiso, pero no me arrepiento, hace mucho que no dejaba correrme, lo necesitaba y ahora pagaría las consecuencias. El estaba ahí, podía sentir su presencia ese calor que emanaba de puro deseo, pero claro tendría que diciplinarme primero, solo escuché el ruido de su cinturon siendo desabrochado cuando nuevamente me empecé a sentir mojada entre mis piernas; lo sacó de un movimiento y los azotes empezaron a caer sobre mi trasero desprotegido, uno tras otro sin dejar que lo pensara y eso me empezaba a arder y también a dejar un charco de mi humedad sobre las almohadas que había puesto antes de empezar mi castigo, cuando el lo notó y pasó sus dedos entre los pliegues de mi vulva
- creo que te estoy dando más placer que castigo, necesitas algo un poco más severo
Pero no me movió de ahí, sino que se escuchó cómo sus pantalones caían al piso, se subió a la cama y se posicionó entre mis piernas, otra vez estaba inspeccionando mi vulva y lo empapada que estaba, llevo sus dedos a mi ano y empezó a esparcir mi humedad como lubricandome, tenía un poco de miedo ya que nunca me han metido nada por ahí
- quiero que estés callada y te portes bien, no tienes permiso de correrte - me advirtió al mismo tiempo que empezaba a introintroducir su glande en mi culito, no estaba lo suficientemente bien lubricado y dolía mucho, esto definitivamente sería mi castigo. Intenté detenerlo con mi mano y solo hizo que tomara mis muñecas y las pusiera a cada lado de mi cabeza, su peso paso a estar sobre mi y así quede indefensa al movimiento de sus caderas cada vez metiendo más su pene en mi culito, pensando en que me estaba abriendo demasiado y me dolidolía horrible por no estar bien lubricada y se que me lo gané por estar caliente y no obedecer a Daddy. Después de una lenta y tortuosa penetración, ya estaba todo dentro de mi, era incómodo y doloroso, pero cada vez me acostumbraba más a la sensación y me empezó a gustar, cuando el empezó a cojerme salvajemente y de nuevo empezó a doler, pero sentía esa pizca de placer, así que sólo podía gemir y repetir Daddy, era totalmente suyo mi culito, lo reclamó salvajemente y al rato de eso, pude sentir su lechita llenandome, se sintió delicioso y un pequeño pop de el ahora dejando un vacío el cual complacientemente pediría a futuro que lo volviera a llenar...

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