Me cogí al chico del antro

Somos Fernanda y Julio felizmente casados, teníamos tiempo fantaseando incluir un tercero en la cama, nada en serio todo era en la calentura del sexo, un 31 de diciembre nos fuimos al antro a pasar la fiesta de año nuevo yo vestía un bonito vestido negro corto con la espalda descubierta, medias y zapatillas hermosas.

En la mesa de enseguida estaban dos chicos bastante guapos que no dejaban de mirarme y la verdad eso me tenía inquieta pero un poco excitada no le comenté nada a julio y así pasaron algunas horas en una de esas se levantó julio al baño y cuando regresó encontró a mis dos nuevos amigos conmigo él no sabía de mis intenciones así que se sacó un poco de onda, la verdad nunca ha sido celoso por eso no dijo nada ni se molestó.

Seguimos en la celebración brindando y platicando no supe cuando pero de repente me encontré bailando entre los tres fue algo muy excitante, para ese entonces Julio ya presentía lo que estaba pasando (por lo que platicamos al otro día él también se sentía excitado en ese momento pero jamás creyó que fuera a pasar de ahí del antro), pues una hora antes de cerrar el lugar uno de los chicos nos invitó a seguir el festejo en su departamento, Julio lo dudó un poco pero aceptó.

Nos fuimos del lugar y uno de los chicos se ofreció a irse en nuestro auto para indicarnos el camino, lo que pasó después fue ¡woow!, Yo quedé en medio (es una pickup) y Erick me ponía su mano en mi pierna disimuladamente mientras nos señalaba el camino yo volteaba a mirar a Julio y él me sonría, para mí eso era muy erótico me estaba dando permiso era real estaba sucediendo mi entrepierna estaba muy húmeda.

Llegamos al depa de Carlos el otro chavo, nos metimos y seguimos entre la plática y los tragos en una de esas Carlos me invita a bailar yo volteo a mirar a Julio mi esposo y miro su cara de aprobación así que me pongo a bailar con Carlos, cómo ya los cuatro estábamos algo tomados el baile fue más cachondo de lo normal y de ahí pasamos a los besos y él faje, mientras Julio y Erick seguían platicando cosas triviales pero volteando a mirar el espectáculo que yo y Carlos les estábamos dando.

Carlos me levantó el vestido a la cintura, dejó a la vista mi tanga de encaje negra mientras me besaba el cuello y me mordía los pechos por encima del vestido y me apretaba el trasero. No aguanté más y le empecé a frotar su pene por encima del pantalónque para ese momento ya estaba muy duro, me sentó en un sillón hizo a un lado mi tanga y empezó a chuparme y besarme mi vagina súper mojada mientras yo le tomaba la mano a Julio mi esposo y se la apretaba, después él se sentó y me hizo montarme en su miembro y cabalgarlo durante un rato el sexo y el saber que mi esposo lo estaba mirando y disfrutando fue super.

Esa noche fue de mucho sexo pero eso fue el principio de nuestra vida swinger que la hemos disfrutado al máximo.

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