Ella se disponía a retirarse molesta por aquel hecho y solo le dije "te puedes ir..." cuando se acercó a la puerta la tome fuertemente por el cabello y llevándola contra la pared le dije "... cuando yo te lo ordene" y la arroje al suelo, ella en ese momento aturdida y desconcertada solo agacho la cabeza, era la primera vez que la trataba así y le gustaba y aterraba al mismo tiempo...
Ella estaba vestida como una niña de colegio con una falda plisada y una blusa blanca escotada que dejaba apreciar su brasier, le dije "desde ahora no pienso aceptar más reclamos" ella solo asintió con la cabeza, le ordené que se acerque a mi, ella intentó ponerse de pie y le ordene que lo haga en cuatro y ella obedeció, se veía como una perrita obediente y eso le dije "desde hoy serás mi perra obediente", noté en su rostro una expresión de asombro y molesto le pregunte si había algún problema y ella solo negó con la cabeza, entonces le dije que se acerque mientras sacaba una cuerda del velador, después la tome fuertemente del cabello y le ordene desnudarse lentamente y ella empezó por la blusa y el brasier que dejaban al descubierto esos hermosos pechos redondos cuando iba a quitarse la falda le ordené que se la deje, sin soltarla del cabello la subí a mi cama, lleve su cara contra la almohada y ella se quedo así mientras yo ataba sus manos detrás de su espalda y acariciaba su hermoso trasero por encima de la falda, una vez que terminé de atar sus manos y brazos saque dos cuerdas más, una para cada pierna de modo que quedó completamente a mi merced sin poder moverse, levante su falda y ella llevaba una linda tanga blanca que marcaba ese hermoso trasero, el verla indefensa me excitaba tanto, apenas y movi un poco la tanga y lleve mi lengua a su cola para mojarla lo suficiente... "Recuerdas que dijiste que no me dejarías sodomisarte" le dije y sentí todo su cuerpo estremecerse, entonces lleve mi pene que estaba desde hace mucho deseando entrar en su pequeño agujero hacia su trasero, ella me pedía que no lo haga entonces le di una fuerte nalgada y le ordene que se calle, solo la escuche gemir del dolor de la nalgada "haré contigo lo que yo desee ¿entendido?" ella asintió con la cabeza, estaba fuera de si todo eso la aterraba pero sentía placer en ello, no le di más tiempo a nada y la penetre por la cola ella gritó y mordió la almohada mientras yo la penetraba una y otra vez.......