Amantes durante 3 meses

Hola de nuevo, soy su amigo Israel y lo que les voy a contar sucedió hace 26 años durante los meses de enero a marzo, todavía me acuerdo porque una experiencia así, es muy difícil de olvidar. 

Trabajaba en una boutique y era mediado de enero de 1997, estaba conversando con mi compañero cuando se acercaron 2 chicas a una de las vitrinas, una de ellas no dejaba de verme y me acerqué para ofrecerles algo, la chica que me observaba me preguntó - ¿si te dejo mi número me llamas -? Contesté que si y en ese momento dejó un papel sobre la vitrina. Mientras lo desdoblaba ellas salieron rápido y el papel decía: Maribel y su número telefónico.
Me esperé un rato y llamé, nos quedamos de ver al día siguiente por la mañana.

Maribel tenía 21 años y estaba separada de su aún esposo; yo tenía 22 años y estaba saliendo con una chica llamada Yesenia aunque no éramos novios. Le dije a Maribel que fuéramos a un lugar donde estuviéramos solos y entramos a un hotel cercano.
Nos empezamos a besar mientras nos quitamos la ropa, se acostó en la cama y le besé y chupé sus hermosos senos, fui recorriendo con mis labios y mi lengua, su pecho, su vientre y su zona púbica hasta llegar a su clítoris que ya estaba húmedo, le hice el cunnilingus al mismo tiempo que le acariciaba su ano con mi mano derecha y con la izquierda le acariciaba sus pezones. Maribel gemía bien rico mientras le lamía su vulva, hice que tuviera un squirt y después de salpicarme la cara se dio media vuelta; le besé sus piernas, sus pompas, su espalda y cuando llegué a sus hombros se volteó hacia mí y me besó los pezones, después mi abdomen, mi zona púbica ... Y por fin, metió mi pene en su boca para hacerme una exquisita felación moviendo su cabeza de arriba a abajo, recuerdo que le dije que tenía una boquita estupenda. Después se sentó en la cama y yo de pie frente a ella para que siguiera probando mi pene hasta hacerme eyacular.
Cuando nos acostamos hicimos la posición de cucharita, nos movimos bien rico y luego me hinqué mientras Maribel permaneció acostada de lado y la seguí penetrando, después sin salirme de ella me acosté de lado quedando frente a frente y con sus lindas piernas en mis hombros, así me seguí moviendo hasta que me coloqué sobre ella y le pedí que me abrazara para cargarla y levantarme sin sacar mi pene de su vagina. La sujeté por los muslos para moverla de arriba a la abajo y cuando sentí que me venía me acosté sin salirme de ella, quedando Maribel montada en mí con las piernas hacia el frente, subí mis pies a la cama para moverme como si Maribel estuviera montada en un toro mecánico hasta que gritó de placer y me pedía que terminara, así fue como llegamos al clímax.

La segunda cita fue a finales de enero, por la tarde, en esa ocasión hicimos un exquisito 69 quedando yo abajo, ella se vino en mi boca y yo en la suya, después Maribel se montó en mí para moverse bien rico, tanto que eyaculé y gemí mientras ella seguía moviéndose hasta que tuvo un orgasmo y gritando se acostó sobre mí. 
Nos fuimos a bañar y la cargué con sus piernas en mis hombros y sujetándola por la cintura para penetrarla hasta el fondo, el agua de la regadera resbalaba por nuestros cuerpos calientes, después la bajé y Maribel me dio la espalda y abrió sus piernas para que la penetrara contra la pared, después de varios gemidos llegamos al clímax. 

En febrero tuvimos 3 encuentros en otro hotel. Las habitaciones tenían espejo en el techo y echamos a volar nuestra imaginación, hicimos algunas posiciones que conocíamos y otras que descubrimos en ese momento. Me acuerdo de una donde me acosté boca arriba y Maribel dándome la espalda se puso en cuclillas y se montó sobre mi pene, después la tomé por la cintura para que estirara sus piernas y quedara sentada sobre mí. Se movió como si estuviera remando y yo gemía de placer, luego me incorporé para abrazarla y acostarnos otra vez, ella sobre mí estando los 2 boca arriba con mis manos en sus tetas y viéndonos en el espejo del techo, enseguida sin salirme de ella flexioné un poco mis piernas para moverme y miramos cómo metía y sacaba mi pene de su vagina hasta que terminamos con gritos de placer.

En marzo nos vimos 2 veces, en la primera nos tocó una habitación con 2 camas. En una de las posiciones que hicimos, Maribel colocó su espalda en una cama y sus lindas piernas abiertas en la otra y yo, de pie en medio de las camas y de sus piernas, la sujeté por la cadera para penetrarla una y otra vez con tanta pasión y lujuria que nuestros gritos y gemidos se escuchaban hasta la otra habitación. Cuando me dijo -¡ya termina! - me excité más y me moví más rápido y con más fuerza, en ese momento sentí vibrar su vagina y después de unos cuantos movimientos saqué mi pene para ver qué Maribel tenía su segundo squirt durante su orgasmo salpicando mi pelvis y yo eyaculé en su vientre. 

En nuestro segundo encuentro de marzo y el último de los 7, Maribel me dijo que se había reconciliado con su esposo y que ella y su hija se regresarían la siguiente semana con él, a otra ciudad. Así que esa sería nuestra despedida.

Pedimos una suite y tuvimos sexo: en la cama, en una silla, en el tocador, en la alfombra, en el sofá, en el WC, en el lavabo y en la regadera. Nos bañamos varias veces y en una de esa Maribel se estaba secando junto a la cama cuando la abracé por atrás y le besé sus hombros y cuello, en eso me preguntó: ― ¿no te cansas? ― y le dije ― contigo no, ¿y tú? ― tampoco ― fue su respuesta y dejó caer la toalla.

Entonces la incliné hacia adelante para que recargara sus brazos en la cama y abriera sus piernas, me agaché para hacerle el cunnilingus y cuando me dijo que la tenía bien lubricada me levanté para penetrarla sujetándola por la cintura. Después de movernos bien rico, un rato le alcé las piernas para hacer una deliciosa carretilla hasta llegar juntos al clímax, acto seguido bajé sus piernas y sin salirme de ella nos hincamos en la alfombra, quedando mi pecho sobre su espalda y su pecho sobre la cama con nuestras manos entrelazadas. 

Cuando salimos del hotel, Maribel me comentó que siguiera saliendo con Yesenia y le pidiera que fuera mi novia. La acompañé a su casa y después de un largo abrazo y un apasionado beso entró al edificio y yo me fui a mi casa.

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