La extraña enfermera fantasma

Años atrás, este humilde servidor trabajaba como bartender principal de uno de los mejores bares de mi ciudad y, como era costumbre, siempre llegaba muy temprano a armar mi barra para no dejar nada al azar durante la noche. Eran las 9 y uno de los guardias me dice si podía atender ya, por que había una chica preguntando si podía entrar a tomar algo. Y sin problemas le comento que si. La chica en cuestión era bastante guapa, ojos muy profundos, boca gruesa, sin maquillaje y mucho mucho pelo, siempre me han gustado más los rostros que los cuerpos, y si también debo reconocer que las crespas me vuelven loco. Era extraño me pidió un sour, y ahí se quedó, perdida en la copa, como masticando algo en la cabeza a lo que no lograba darle solución. Empezó la noche y mi ajetreo, cockteles, meseras, comandas, locura y ella seguía ahí. De vez en cuando me acercaba y le preguntaba si necesitaba algo y asentía con una sonrisa muy linda, pero forzada, algo no andaba bien. Creo que un par de sours le deben haber durado más de dos horas. Pero algo había, los años en los bares te enseñan a que además de servir buenos cocktails, también debes saber leer rostros, escuchar y conversar, eres como el sicólogo de la noche. Bueno luego e varias horas bajo mi nivel de trabajo y me acerqué Servín un sour de cortesía y me senté frente a ella y le dije “conversación gratis?” …. Se nota mucho, me dijo? Algo, algo hay no se que pero hay algo que te molesta … me contó que era enfermera y llevaba casada un par de años con su novio de toda la universidad, era del sur y por cosas familiares tuvo que viajar y volver repentinamente… llego a su departamento sin ni siquiera imaginar los ke vendría… abrió despacio para no despertar a su novio, ya era tarde, y extrañamente escurrieron gemidos desde su cuarto… pero eran gemidos extraños… hizo sus tripas corazón esperando encontrarlo quizá en que pose con la que sería una colega, alguna escort , pero…no… el que gemía era el y no había ninguna chica… era su novio quien estaba de chica … y detrás de el su “mejor amigo” se quedó un rato mirando la escena, tratando de entender en que momento no se había dado cuenta que su esposo era gay, pero no, y sin que se dieran cuenta salió y camino y camino se fue a su auto y dio vueltas por la cuidad, durmió algo en su auto, no sabe cuánto, pero fueron varias horas y como por inercia entro al primer bar que encontró. No tenia grandes amistades en la ciudad por lo que tampoco tenia a quien contarle nada… y me dice disculpa no tengo por qué tomar tu tiempo para hacértelo perder con mi historia… tranquila, acá siempre hay historias y siempre hay una oreja para escuchar, nos tomamos un trago más y le comenté que si no tenia reparos, en mi depa había una pieza desocupada y odia quedarse ahí mientras encontrara algo o decidiera volver al sur. No tengo donde ir y si no te complica creo que necesito descansa, me comento. Así que cerré mi bar y partimos a mi departamento, seguimos conversando logre sacarle alguna sonrisa tomamos algo más en mi casa, ordene algo el cuarto y nos fuimos a dormir…debo reconocer que si, tenía bastantes ganas de hacerla olvidar de golpe al susodicho, pero también, me daba pavor nos saber si ella podía tener alguna enfermedad la locura y la rabia y el condon no pudieran contener. Al día siguiente desperté y sobre mi cama había una nota y un anillo, la nota decía gracias y el anillo has lo que quieras con el a mi ya no me va. Nunca más la volvi a ver nunca más supe de ella….el anillo lo vendí y gané bastante ella se fue tal como llego sin hacer ruidos con sus ojos profundos y sus crespos bailarines

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