Quiero hacerte mía,
una y otra vez,
de una manera insaciable,
sin descanso,
en una especie de gozo eterno.
En dónde tu cuerpo y el mío
dancen frenéticamente al ritmo del éxtasis.
Quiero penetrarte una y otra vez
introducirme en ti con frensí
y perversión.
Quiero follarte el alma
y también tu exquisito cuerpo.
Palmo a palmo,
centímetro a centímetro,
recorrerlo entero,
saboreando el placer
con mi lujuriosa boca.
Elevándote al Nirvana sexual,
al mayor de los placeres de la carne.