Me adentro profundamente en tu interior,
miro hacia arriba y acaricio tu lugar más oculto.
Siento como comienza a vibrar todo tu cuerpo,
me inquieto y me muevo de afuera hacia adentro,
muy lentamente una y otra vez, sin parar.
Levanto mi cabeza nuevamente pero con mas fuerza,
palpando esa cereza, que chorrea de sabor,
me moja por completo y pierdo la cordura.
Entro en frenesí y se acelera mi movimiento junto a mis latidos.
Siento mil hormigas en mi cuerpo y me endurezco como una piedra,
Salpicando todo mi fuego en tu interior, envolviéndonos en un climax,
fundiéndonos en un abrazo interminable.