Cuando Luis dio el paso

Luis mantiene desde hace tiempo una relación virtual con Tito, un amigo bi que gusta de disfrutar la verga y el culo tanto propio como ajeno por videoconferencia. Cierto día recibe la noticia que lo visitará durante unos días, Luis le confiesa a Andreina que es un amante virtual y que desea atenderlo como se merece, Andreina le responde a Luis: “le daremos una cálida bienvenida”. Andreina recibe a Tito el amigo de Luis que viene a visitarlo, ella se encuentra ligera de ropa dejando entrever su rellena y deseada figura. Tito la observa con lujuria mientras ella camina delante de él meneando sus nalgas, en ese momento Tito recuerda que eso hizo con Luis por cam y la excitación lo invade. Tito piensa para sus adentros las contradicciones que supone ser el hombre bisexual en que se ha trasformado, cumplir la función del macho y de la hembra según las circunstancias, ella le introduce la mano por dentro del pantalón y le agarra la verga mientras él hace lo propio con sus enormes senos y le acaricia la panocha por encima del vestido, Andreina jadea fruto de la excitación mientras Luis que observa la acción comienza a calentarse ante el cuadro que tiene frente a sí. El macho, Tito, le dice a Andreina que quiere a Luis en 4, ella sin inhibiciones lo invita: “querido ponte en 4” y él obediente lo hace, luego la situación va in crescendo porque Tito le pide a la fogosa mujer “penétralo con un dedo y dedéalo”, ella descubre el culo de Luis, mientras él empina las nalgas aceptando las condiciones que imponen ambos amantes, le avienta varios escupitajos al ano, y con el dedo unta saliva y realiza penetraciones suaves y superficiales tornando de mayor flexibilidad el esfínter que va a penetrar, a continuación penetra con el dedo el ano de su marido y en breves instantes Luis comienza a agitarse presa de la excitación que lo embarga y es cuando Andreina comenta: “mira que puto es mi marido Tito, que descubrimiento” y entonces Tito le pide a ella: “ahora que sean dos dedos querida” y sin preámbulos saca el dedo y lo reemplaza por dos a la par que lo penetra con mayor vigor y más velocidad, los gemidos de Luis son más agudos y descontrolados, es cuando Tito exclama: “has transformado a tu marido en una putita”, y ella en forma aprobatoria exclama: “estás acciones hicieron aflorar el puto que lleva dentro, me encanta y creo que mucho de este comportamiento se debe a mí” y entonces dirigiéndose a Luis Tito agrega: “es mi turno me lo voy a coger para que sea el puto real de una vez por todas”, entonces Andreina le pregunta dulcemente: “¿quieres ser puto querido?”, Luis asintiendo con la cabeza responde: “es lo que corresponde y deseo cariño” y ella en tono despreocupado le contesta: “me agrada la idea de tener un marido puto”. A todo esto, Tito blandiendo su verga erecta se acerca a su presa, Luis, para consumar su faena, agarra las nalgas de Luis con ambas manos, le chupa el ano y le lengüetea el esfínter, le da fuertes nalgadas y luego le apoya la verga, juega un poco con su verga en el esfínter, y de repente hunde la punta de la verga, Luis suelta un chillido ante la invasión, ambos se toman un respiro, Andreina mira expectante y luego de unos instantes Tito va hundiéndola hasta alojar la mitad de la verga, se toma un respiro y luego procede a darle un mete y saca continuo, la expresión de Luis es de confusión, nerviosismo y dolor pero no dice nada como los demás que permanecen en silencio observando los acontecimientos, particularmente, Andreina que observa a su marido como es profanado mira impávida los acontecimientos y, entonces Tito lanza un nuevo ataque y hunde el resto de la verga dentro de ese ano indefenso, Luis alcanza a dar un suspiro y somete ahora a Luis a intensas y continuas penetraciones, es cuando Andreina expresa: “qué hermosa se ve la verga de Tito invadiendo tu ano y se ve que lo disfrutas querido” Luis solo alcanza a esbozar una sonrisa en señal de aceptación. Después de un mete y saca continuo y pasado el apremio del ano desvirgado Luis disfruta la cogida con pasión e intensidad al punto que acompaña con su ano el movimiento de la verga de Tito imprimiendo más velocidad y rigor a la cogida y es evidente que Luis ha aprendido instintivamente a satisfacer a un hombre con su culo. Finalmente, Tito eyacula dentro del ano de Luis, sus estremecimientos son impresionantes y cuando le saca la verga Andreina se acerca y le dice: “deja limpiarte la verga con mi boca en señal de agradecimiento por tan magno acontecimiento” ella degusta los restos del cálido semen saboreándolo con gusto, cuando la limpia por completo se acerca al ano de Luis lo abre de par en par y exclama: “querido Luis voy a tomar este jugo delicioso de tu ano en señal de aprobación por el cambio que has experimentado como hombre y porque me llena de orgullo tu transformación” y comienza a chupar el esfínter y a recibir el cremoso semen”. Tito que observa a ambos cónyuges afirma: “ya se convirtió en puto, para mí es un honor ser el ejecutor de tan bello acontecimiento” y entonces Andreina le pide a Luis: “agradécele a Tito sus atenciones y confiesa tu nuevo estado” y entonces Luis entre nervioso y excitado grita desesperado: “soy puto, gracias Tito por ayudarme a ser el puto en que me has convertido” y Andreina expresa: “Luis es puto, mi marido es puto, felicitaciones a ambos”.

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