Los caprichosos placeres de Andreina

La voluptuosa mujer le grita a Luis en forma desesperada: “Luis estoy viendo un jardinero que me enciende, hazlo pasar al fondo, dile que yo le indico cómo debe hacerlo”, Luis se apura para salir a la calle y observa un hombre de unos cuarenta años, de buen ver, moreno, curtido por el sol y de aspecto amable y lo llama diciendo: “Eh, joven podría arreglar nuestro jardín” a lo que el rudo trabador responde: “Por supuesto”, entonces Luis le señala: “disculpe, pero estoy muy ocupado, pase al fondo en un momento lo atiende mi mujer y le indica lo que desea”, él contesta amablemente: “de acuerdo, no se preocupe yo voy viendo cómo está todo”. En un momento aparece Andreína enfundada con una blusa escotada sin corpiño y una minifalda sin calzón y en tono cariñoso le dice “Buen día maestro, a ver si puede hacer algo con esto” él la mira de arriba abajo y en tono entrecortado le responde: “usted ordena Seño” y ella con una sonrisa seductora responde: “mire que le tomo la palabra” y se agacha poniéndose en cuatro para mostrarle unas margaritas dejando al descubierto su enorme culo al tiempo que se gira observando al deseado semental que tiene atrás diciendo: “por eso le dije a mi marido que lo llamara para que me atendiera, el consiente mis caprichos” y entonces el viril jardinero se abalanzó sobre las nalgas de la fogosa anfitriona y las comenzó a acariciar, a besar, le chupaba el ano, le lengüeteaba el esfínter mientras ella meneaba el culo y lo empinaba ofreciéndolo. Mientras tanto Luis desde una de las ventanas que dan al patio observaba la escena con deleite y placer. Luego de este primer acto y conseguido el objetivo –ser seducida por el extraño jardinero– Andreina se recostó sobre el césped boca arriba y el macho comenzó a besarla en forma desordenada por la excitación la boca, los grandes senos, la concha mientras Andreina gemía de placer. Le metía la verga en la boca y ella mamaba a gusto, se la tragaba, chupaba, lamía y dijo: “qué rica, me gusta tu herramienta, estás bien equipado” y él en forma pícara le respondió: “tengo que venir bien preparado para este trabajo” y Andreina demostrando su agradecimiento la mamaba con más intensidad lo que provocaba más excitación en su macho. De improviso Andreina se sentó en una silla en el jardín y le señaló “acerca tu verga” y ella agarrándola con ambas manos la colocó entre sus senos y a continuación tomando ambos senos envolvió la verga y comenzó a masturbarlo con sus tetas, los movimientos eran suaves y por momentos frenéticos, la verga del jardinero subía y bajaba al compás del movimiento de la ardiente mujer, en ocasiones cuando subía el hermoso falo con el que jugaba lo recibía en la boca dándole tiernas chupadas. Luis estaba desesperado de la efervescencia de la situación. Luego de disfrutar ambos de tan hermoso momento el jardinero ordenó a Andreina a ponerse en cuatro, chupó un rato la concha y la penetró realizando un mete y saca de ensueño, ambos se movían a ritmo impetuoso y apasionado mientras Luis prestaba atención al imponente espectáculo que tenía a su mujer como protagonista. A veces el jardinero untaba con saliva un dedo y lo introducía en el ano de Andreina abriéndolo con movimientos certeros, Andreina para motivarlo le comentó: “a mi colita también le gusta la verga” y el jardinero entonces se arrojó sobre el hermoso culo y lo comenzó a chupar nuevamente, luego de un rato en el que Andreina gemía de placer el hombre apoyó su verga en el esfínter y la comenzó restregar durante un rato, ella jadeaba, luego fue ejerciendo presión hasta conseguir penetrarla con la punta de la verga, en ese momento vociferó de dolor, él se detuvo un momento para que ella asimilara la visita del rudo intruso y luego él fue hundiendo el falo hasta lo más profundo del fogoso túnel, a Andreina por momentos le flaqueaban las piernas pero el jardinero continuó con su trabajo y conforme pasaba el tiempo el bombeo a que era sometido el deseado ano de Andreina era más intenso y veloz, y ella también movía el culo con velocidad inusitada, consiguiendo ambos una bella compenetración de sexo anal, finalmente, el fogoso jardinero depositó el cálido y cremoso jugo dentro del ano de la exuberante Andreina, luego de lo cual ella se vence tendiéndose boca abajo con el efusivo compañero encima de ella, se relajan él le da tiernos besos en el cuello y las mejillas al tiempo que la abraza cálidamente, se quedan un largo rato distendidos. Al cabo de un rato Andreina toma la verga del jardinero y la lame toda hasta limpiarla por completo de los residuos de semen y agrega: “lista para cuando la quiera volver a usar” él le responde tengo que irme y ella le responde: “cuando salgas le dices a mi marido que no alcanzaste a terminar que en otro momento vuelves”, él se viste y se despide dándole un apasionado beso al que Andreina responde con sensualidad y lujuria y luego se tiende totalmente como están en el pasto del jardín. Al salir el jardinero se encuentra con Luis y éste le dice: “cuanto le debo maestro” a lo que el jardinero responde de manera entrecortada: “no alcancé a terminar, cuando lo haga le cobro, muchas gracias, nos vemos pronto” y Luis se despide “hasta pronto amigo, no se pierda”.Andreina se queda tendida un buen rato sola y en calma luego se incorpora y entra desnuda con su singular belleza mientras Luis la observa, ella le pregunta: “qué te pareció mi hombre de turno” y Luis respondió: “me encantó como disfrutaste el sexo con ese desconocido, intimaron como si se conocieran de toda la vida, es que le generas confianza a tu amante y la forma en que lo condujiste para ser agasajada por el culo”, Andreina agrega: “me gustó la rudeza con que me trataba por momentos, me gusta este tipo de hombre que no pertenece a nuestro estrato social pero que son muy interesantes y fogosos” mientras Luis continúa: “me fascinó que dejaras el culo como convite final, me causó una gran excitación, tú culo provoca las fantasías más bellas y enloqueces a cualquier amante, déjame darte un beso apasionado en tu ano” ella responde: “te parece? está con todos los restos de la pasión” y mientras Luis la abraza cálidamente le susurra al oído: “con mayor razón querida para ser partícipe de tu hermoso encuentro” y entonces Andreina se puso en cuatro empinando y ofreciendo el culo para Luis que arrodillándose le abrió las nalgas y comenzó a besarlas y a horadar el esfínter con su lengua mientras ella hacía movimientos con el ano para expulsar el semen, en instante comenzó a fluir éste y Luis lo saboreaba y tragaba, así estuvieron un rato ambos luego de lo cual Andreina y Luis se fundieron en un prolongado y apasionado beso. Y entonces para sorpresa de Luis ella dulcemente le cuchichea al oído “no quieres jugar con mi culito” y Luis en un santiamén responde: “si, cariño ese macho me dejó ardiendo y necesito más verga en mi culo, dame verga querido” y Luis emocionado le responde: “qué mujer tengo que quiere conmigo luego de tan bello encuentro” a lo que ella responde “es que cuando me penetran el ano es como si drogaran mi culo y necesito más” y Luis asintiendo comenta: “y todos los machos y yo felices y contentos”.

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