Home > Blogs > DragonayCabra > Pareja swinger con experiencia en Osorno > Blog Post

La cura para la homofobia.

12:05 am Saturday, 5th February, 2022

Me crie en una época y en un ambiente donde la homofobia eso era lo "normal". No serlo ni demostrar claramente la propia masculinidad, era inminente peligro de ser etiquetado y puesto en la mira de las burlas de todos. Yo nunca formé parte de esas burlas, si bien algunas bromas me hacían reír, al mismo tiempo las encontraba crueles e infantiles, pero tampoco se me hubiera pasado por la mente llegar a tener algo que ver con ese mundo. El cambio se fue dando de manera gradual y en gran parte gracias a mi habito de ver porno.
Luego de muchas años de porno hetero y convencional me sentía aburrido de ver lo mismo y comencé a ampliar mis preferencias.
Comencé buscando videos de orgias, tríos y sexo lésbico… y esto me funciono por algunos años, pero luego de que dejaran de estimularme esos videos amplié a ver porno de sexo con transexuales.
Me llamaba la atención ver cuerpos y actitudes tan sexy y tan femeninas pero con pene. Veía primero con curiosidad más que con calentura esos videos como estos tipos gozaban una buena verga y me comencé a preguntar ¿Qué tan diferente puede ser su sabor de una vagina?¿Chupar una verga me vuelve gay? ¿Se pueden considerar Gay ellos por comerse una verga que pende de una chica? Yo se que biológicamente tenemos otro cromosoma, el "Y" y tal pero para mi siempre fueron chicas con pene, en gran parte por respeto a su preferencia pero también por lo femeninas y atractivas que logran verse algunas.
Llegué a la conclusión de que uno es, lo que uno define para sí mismo y no lo que otros puedan opinar de ti.
Más adelante (mas de diez años después) continué por ese camino de ir ampliando mi zona de confort en el porno y de aprender a disfrutar otras cosas y llegué a esos videos donde un marido trae a otro hombre para que tenga sexo con su esposa. Hay una gran diversidad, desde aquellos en los que el marido resulta ser bisexual y termina comiéndose la verga del amante hasta otros donde lo penetran analmente.
Pesé además que ya soy alguien mayor y que la gente que me conoce me quiere y me respeta por lo que soy y que tengo plena libertad de definirme como quiera y eso no cambiará la percepción de la gente que me importa (bueno excepto mi pareja de ese entonces).
Una tarde de verano andaba muy caliente pero muy caliente, no había tenido sexo en un par de semanas y sentado en un bus se me acerco un tipo por el pasillo y su "paquete" quedó al lado de mi cabeza. El tipo iba distraído pero aunque no lo encontré atractivo - debo aclarar que son pocos los chicos que me atraen- Comencé a fantasear con su verga recordando algún video y de pronto me sorprendí a mi mismo saboreándome!!
Ohh boca traicionera!! -pensé- y tuve que contenerme la risa.
Entonces pasé a ver todo lo que encontraba acerca de sexo anal.
Así que me hice un pene de madera (Era una misión secreta y no quería que mi mujer me descubriera así que descarte la idea de comprarme uno) . Lo deje muy pulido y barnizado, quedo de lujo.
Entonces comencé a experimentar con mi trasero y a fantasear. Pero no, no me daba placer, al menos la sensación era más dolorosa que placentera. ¿Y cómo es que gozan tanto con esto me preguntaba? Intenté lo mismo pero viendo videos simultáneamente y ahí anduvo mucho mejor, comprendí que el placer del sexo anal por parte del receptor es más psicológico que físico y supuse que el oral también. También concluí que si quería descubrir ese otro tipo de placeres reservado a mi parte femenina tendría que experimentar con un chico. Pero mi homofobia aun persistía pero solo dirigida a los más afeminados no tan fobia sino mas bien desinterés asi que la meta era con un chico que fuera masculino y no afeminado alguien que me despertara mi lado femenino y no alguien que me buscara como hombre.
Ya teniendo más claro lo que quería experimentar puse un anuncios en algunos sitios de clasificados.
Después de cerca de un año de intentos fallidos encontré un tipo que parecía reunir las condiciones, no me sentí sexualmente atraído pero reunía toda las otras condiciones: no era “loca”, se veía decente, era igual de alto y maceteado que yo y estaba dispuesto a probar de todo conmigo. Nos juntamos en su departamento en una ciudad vecina.
Recuerdo que me daba mucho nerviosismo, no tenía idea de cómo comenzar o qué hacer, pero él más "canchero" que yo, tomó la iniciativa. Se me acercó mientras se desabotonaba su camisa y me tomo de la mano. Me sentí rarísimo, algo incómodo, pero ya estaba ahí y no podía ser tan infantil de salir corriendo ... y de pronto –tal vez como un mecanismo de defensa- comencé a imaginarme a mi mismo como hembra.
Pero esto ya lo había hecho antes cuando veía algunos videos porno y cambiaba el punto de vista: me estimulaba poniéndome en el lugar de la mujer en los video imaginándome que sentiría ella.
Y me dejé llevar por esa sensación. Se comenzó a desabotonar la camisa y lo ayude con femenina delicadeza. Hice lo mismo y nos abrazamos e hice lo que hacía con las chicas lo bese en el hombro y cuello, pero con labios de mujer, y el también a mi y se sintió rico igual, pero sus besos eran más intensos y calientes, luego casi sin aviso me besó en la boca. Recuerdo haber abierto los ojos con sorpresa pero el los tenía cerrados. Cuando sentí sus labios y su lengua me sorprendió que no era diferente de besar una mujer y me comencé a relajar. ¡¡Es la misma cosa -pensé- ¡¡Es solo sexo!!
Tanto este descubrimiento como la calentura que iba en aumento me hizo tomar la iniciativa y deslicé mi mano suavemente por su cuerpo hasta llegar al bulto de abajo, ya estaba duro y grande y sentí curiosidad por verlo, con una sonrisa pícara le baje el cierre y lo sostuve un rato en mi mano. Era la primera vez que mis manos tocaban un pene ajeno.
¡¡Vaya que rápido voy superando hitos!! -pensé. Acerqué mi nariz y discretamente le pegué una olfateada, estaba sin olor se veía limpio y sano. Lo toqué con la punta de mi lengua y luego un poco más -no tenía sabor- sin pensarlo demasiado abrí mi boca y lo fui metiendo de a poco, oí un leve gemido de él y eso me gustó. El acto mismo de chupar no lo encontré placentero pero oír sus gemidos o sentir sus movimientos si que me calentaba, así que continué. Luego cambiamos de turno pero al parecer es un mito eso de que los gay al tener pene saben cómo chuparlo mejor que las mujeres.
-Oh en una sola tarde he aprendido más que si me hubiera leído varios libros de sexualidad- pensé y me sentí muy entusiasmado por eso y además feliz por haber vencido estos miedos que compartía con mis pares.
Luego intentamos -sin éxito sexo anal- ni yo me excitaba lo suficiente como para mantener la erección ni el.
Así que nos quedamos con eso, le di las gracias y nunca más hablé con el de nuevo.
Cuando me fui de su departamento me sentí eufórico, volví a ser yo claro está: hombre, masculino, pero mucho más "liviano" me sentí libre de una tremenda carga y completamente preparado para la siguiente etapa de mi vida.
No, no era volverme gay, sino simplemente ampliar mis horizontes sexuales. Estoy seguro de que sin esa experiencia mi actual relación con Dragona no hubiera sido posible ni tampoco tan placentera.
Espero que mi experiencia le pueda servir a alguien que este pasando por lo mismo que pasé yo.

Cabra, Osorno, 04 de Febrero 2021






Comments
9:09 pm Tuesday, 1st March, 2022

Genial

Blog Introduction

Pareja swinger con experiencia en Osorno


Get full access to all site features
Register Now