Tenía una aventura con una chica la cual desde el primer momento que vi me impresionó su silueta, era una bomba, senos operados, linda sonrisa, buenas nalgas. Decía por qué tiene que estar tan buena, ojalá no me venga rápido. Fuimos al hotel y fue una maravilla, apenas se subió en mi empezó a moverse mucho y terminó una y otra vez cosa que me volvía loco. Luego de varios encuentros me dice que habló con su marido y que le gustaría hacer un trío conmigo. No lo podía creer, fui a un bar donde estaban y efectivamente el marido estaba ahí. Recuerdo que pensé, será una trampa? esto no puede ser verdad. Total que tomamos par de cervezas y ella dice, vamos? entonces fuimos al hotel y entramos en la habitación, recuerdo que estaba emocionado pero no se me terminaba de dar la erección por pena, pero luego de ella tocarme se me dió. Recuerdo que su marido empezó a hacerle sexo oral y ella me lo chupaba, a lo que le abrí los labios vaginales y su clítoris quedó expuesto y le dije a su marido que la chupara ahí, en eso ella empezó a temblar. Empezó la penetración y su marido se vino primero, a lo que seguimos y ella gemía mucho y se me acercaba a la boca a lo que le decía que ahí estaba su marido, era excitante a pesar que estabamos ahí por decisión, era como estar escondidos que su marido no se diera cuenta que estaba muy excitada conmigo. Luego de seguir no podía acabar, quizas por el alcohol y por la situación entonces nos fuimos al baño por idea de ella, quería hacerme acabar. Así fue seguimos, recuerdo mirarla al espejo como sus tetas saltaban mientras yo le daba desde atrás a lo que gemía tanto que pensaba que su marido se podía poner celoso jaja. Típico de novato pero así fue. Al rato acabé divinamente. Siempre lo recuerdo como si fuera ayer. Fue una sensación increíble. Quedamos todos bien como amigos y desde esa vez no volvió a suceder. Son esos momentos inolvidables que sólo suceden una vez y quedan en la memoria, esa memoria denominada la memoria del placer.