Puntos suspensivos...

Fer264

Ganadora de la competición de Blog de septiembre de una Suscripción VIP Vitalicia
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Un día cualquiera me enviaste una solicitud, te acepté porque consideré que eras atractivo. Empezamos a conversar sobre cosas triviales, lo suficiente para llamar algo mi atención, (cosa difícil de conseguir...) fue una tarde completa conversando, me distraje haciendo unas cosas del trabajo hasta que yo reviso nuestra conversación y me preguntaste si había ido al taller. ¿Qué taller? pensé, acto seguido contestaste "El de BDSM que sigues en tus redes sociales!"

Fría y seca fue tu pregunta, no teníamos la confianza suficiente para ahondar el tema, llevábamos 3 horas escribiéndonos apenas... Algo causó en mí, se me apretó el estómago y se aceleró mi corazón. No contesté. Me dijiste que buscabas una sumisa, sin entender bien el concepto, empecé a reír, inicialmente pensé "debe ser una broma". Sin dar mayores rodeos me dijiste que no era una broma, que si quería podíamos vernos por videollamada a lo cual accedí.

La curiosidad me ganó, te vi por primera vez y mi estómago se apretó, por primera vez en mi vida me sentía cohibida, mis ojos demostraron una aparente timidez a diferencia de los tuyos, una mirada penetrante y profunda. Fue decisivo, decidí empezar a seguir tu juego. Te pregunté qué querías, me dijiste que habías pasado por muchas relaciones serias y tradicionales, estabas buscando a alguna mujer que no tuviera experiencia en BDSM pero sí interés, que ya habías estudiado el tema y ahora era la hora de ponerlo en práctica.

Y así fueron pasando los días, empezamos a conversar sobre nuestras vidas (sin ahondar en temas sensibles), a contarnos de las cosas que hacíamos durante la pandemia y formas de salir de la monotonía. Me empezaste a enviar libros para introducirme en el tema, fui tu aprendiz, la mejor discípula, empezaste a preguntarme lentamente lo que sexualmente esperaba y ahí cedí. Soy de las mujeres que tiene una vida completa, con un trabajo que exige mucho, debo ser disciplinada y meticulosa con todo el orden, "cuidar bien la imagen", pero... que esperaba de todo esto?, ceder, ceder el control, te expliqué mi expectativa, quería ser una sumisa. “Te follaré la mente primero, así que preocupémonos de explayarnos” me dijiste…

Las siguientes semanas las conversaciones aumentaron su temperatura, te dirigí toda mi atención, despertando caliente, acostándome caliente, de tan solo imaginar haciéndose realidad todo lo asombrosamente detallado... Habíamos generado una conexión, accedí a ser tu sumisa aunque fuese a través de una pantalla, sin conocernos, cada vez que tenías un requerimiento lo cumplía, desarrollé esa capacidad de posar desnuda y calentarme al hacerlo, solo para cumplir tu fantasía de tener a alguien dispuesta a complacer hasta el más ínfimo detalle.

Comenzó a nacer en mí una sensación insaciable, iba más allá de lo imaginario, más allá de las autocaricias completadas con la ayuda de un extraño, sentía el deseo de hacer real nuestras fantasías, decidí prepararme física y mentalmente, cuide cada detalle de mi cuerpo y estudié lo suficiente sobre el tema, todo para ser digna de tu presencia, cumpliendo todos tus requerimientos. Quería ser tu sumisa. Así se fue acercando la fecha de vernos, cada vez más ansiosa, se iba a cumplir un deseo que ni siquiera sabía que tenía y que por ti llegué a descubrir…

Fue la semana pasada que profundizamos sin querer en uno de esos temas sensibles, y fuiste lo suficientemente duro respecto al hecho de no querer ahondar en él... un balde de agua fría cayó sobre mí... así pasaron los días, dejamos de hablar de forma rotunda y nos eliminamos de todos lados. Nunca sabré que habrá significado todo este mes completo que conversamos, lo más probable es que sigas haciendo tu vida sin tomarle mayor importancia. Pero déjame decirte que para mí me abriste el alma, ahora siento un deseo profundo de concretar todo eso que descubrí, de brillar como el diamante en bruto que puliste… esperando que algún día aparezcas y me pidas una nueva oportunidad...

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