Mi Primer Experiencia como Amante
En ocasiones se sienta he intenta recordar cada momento, cada detalle, cada sensación. Muchas personas piensan que ser un amante es una acción solo de traición y no de reflexión. Aún con sus sentimientos de alegría y tristeza no logra olvidar los nervios que se hacían cada vez más fuertes en aquel restaurante. Ella.... no lograba disimular su angustia al entrar un comensal y pensar que pudiese ser un conocido. Él... sentía lo mismo pero el terror helaba su piel mientras que a ella le ardía. Por fin en una mirada cómplice, deciden salir de aquel restaurante y caminar firmes hacia el hotel que está a dos cuadras. Hacen una pequeña parada, ella compra leche condensada, el un par de mentolados; cada uno tiene una intensión y es obvia, aún así ninguno sabe básicamente nada del otro y él tiene claro que ella lo desea con una pasión loca que ha roto con el pudor y la prudencia de su vida; está decidida a entregarse y no muestra ni un ápice de remordimiento o pena. Por fin llegan al hotel y entran como dos prófugos, pero él quiere mostrarse maduro y confiado, aunque está aterrado y un poco confundido. Escogen una habitación pequeña y cómoda y después de unos minutos comienzan a besarse con delicadeza. Es curioso ella quiere ser totalmente complaciente con él y él quiere saber hasta dónde va, la locura de ella para dejar que sea un loco lujurioso y desenfrenado. Esto hace que él tome la iniciativa y se mantenga prudente, rezagado, tranquilo.
Se hacen a un borde de la cama y después de besarla, él le retira las botas, la fortaleza que tiene ella para verse más alta, pero que ahora revelará su verdadera estatura. A él no le importa, descubrir un nuevo cuerpo lo tiene loco, sabe que va a poseer a esa mujer y que no se detendrá por trivialidades culturales. Después él se hace a un costado de la cama y se recuesta a la pared cercana; retira el cinturón, desabrocha el pantalón y descubre su abdomen. Piensa rápidamente que el universo le ha permitido tener mujeres que han sido protegidas de ser marcadas por el milagro de la vida. No sabe cómo sentirse al respecto, tal vez quería descubrir si esas marcas abdominales harían de él un amante igual a muchos que se limitan a lo físico y piensan que las huellas del cuerpo son cicatrices y no marcas de belleza únicas en cada ser.
Finalmente logra quitar el pantalón, y retira las bragas de ella que van marcadas de juventud e inocencia, pero el sabe que son nuevas y son para él. No puede evitar notar como la humedad de ella está pegada a su ropa interior, ahora sabe que ella esta dispuesta a todo por probar su cuerpo. Él no duda y se abalanza sobre su paraíso, lo posee con suavidad, juega con él, le da besos, mordiscos e introduce su lengua buscando el punto del máximo placer. Parece que a ella no le gusta piensa; porque está acostumbrado a escuchar gemidos cuando le hace sexo oral a su diosa en casa. Sin embargo, no se detiene quiere explorar, siente curiosidad y aunque lo sabía ahora puede experimentar que el aroma de cada paraíso es diferente. Sube las piernas de la chica al borde de la cama y sostiene sus muslos, sabe que si ella está gozando se verá en estas dos torres que, aunque pequeñas son fuertes y firmes, muy bien esculpidas. Por fin logra sentir como pequeños espasmos surgen de una de las piernas de ella al pasar su lengua sobre su clítoris y no darle descanso. Ella no soporta más, le toma las manos a él y balbucea suavemente rico.... que rico... Estas palabras encienden la pasión en él y sigue trabajando en el paraíso, va a destruir la cabeza de ella y desea marcarla para siempre.
Ahora saca un mentolado, lo pone en su boca y vuelve al paraíso a continuar con la labor, ella no resiste más y sus balbuceos son cada vez más frecuentes. Sin recordar cómo ahora los dos están desnudos y ella a recibido por primera vez sexo oral, está complacida y quiere más. Él la besa y la penetra suavemente, su miembro se siente extraño es un mundo diferente y hace más de 8 años que no entraba a otro que no fuera el de su diosa. Él no logra disimular su nerviosismo y sigue frío, casi que congelado. Entonces ella lo acerca y al contrario que en él su cuerpo arde y decide calentarlo, entre más la penetra ella arde más, tanto que él siente ese calor más intenso en el paraíso. La penetra con delicadeza y firmeza por varios minutos hasta que no puede más y en un pequeño gemido estalla en un orgasmo que ella comparte y los deja más que complacidos.
Él no lo sabe, pero está en modo mental, analiza cada paso y momento y esto hace que explore cada detalle. Ahí logra descubrir que la zona más erógena de ella son sus senos. No lo paso por alto, solo que se concentro en los orgasmos de ella y dejo que los prejuicios le sabotearan. Lo entiende al ver que ella tiene senos pequeños, algo descolgados seguramente por la lactancia, pero aún así el destino tal vez, le permite estar con una mujer que no tiene huellas. Están juntos abrazándose y él siente algo de sueño, en un momento reacciona y piensa que solo tiene un poco menos de dos horas y media y todo no puede terminar ahí. Piensa en cómo recuperarse, no lo sabe, no tiene idea si podrá montarla nuevamente y hacerla suya. Ella solo espera no hace nada. De repente entre juegos y coqueteos, besos y caricias el encuentra que se vuelve a sentir caliente. Su mente maquiavélica se despierta y surge un pensamiento odioso, malvado, pero atrevidamente excitante. Va a volver a poseerla y no por orgullo propio, desea hacerlo pensando que el esposo de ella no sabe lo rico que se la están cogiendo en esa habitación y que es él quien lo hace y no otros que han buscado lo mismo. La penetra con firmeza, ella esta enloquecida, pero mantiene la compostura, de repente lo gira y se pone encima de él y lo cabalga. Él nota que ella está a punto y besa sus pequeños senos, los muerde y la lleva a la locura.
Después de varios minutos transcurridos y pensando que tal vez ese orgasmo mutuo fue el último el se recuesta en la cama y la acaricia. Sabe que no vino por sexo, vino por algo más y lo va a dejar todo en la arena para que así sea; de repente otro pensamiento lo ataca y lo excita. Los amigos de ella le dijeron que no fuera boba de entregarse, que él solo buscaba lo que sabemos y ya; que la dejaría. Él arde de excitanción al pensar, pues si de pronto va a ser así, entonces cuando le pregunten que cómo estuvo ella solo pueda decir que fue el mejor sexo de su vida. Y de pronto vuelve sobre ella y la toma nuevamente, no es sencillo, pero ya dentro de ella logra alimentar su pensamiento y le da firme hasta que ella solo puede balbucear nuevamente que rico.... Esta absorbida de placer y tras resistirse desde antes le dice que quiere rasguñar su espalda, él se asusta un poco y sabe los riesgos pero no muestra oposición; ella sin embargo decide esconder sus manos entre las sábanas y apretar para no perder la cordura. Nuevamente estallan de placer y se escucha a ella decir: ¿Cómo llegaste a pensar que no podrías satisfacer a otra mujer? Ya no eres un pollito debo cambiarte el apodo, no puedo llamarte más así.Él metido en sus pensamientos recuerda que la tomo una cuarta vez, ahora lo estimulo pensar que, si los amigos o alguien decía algo, pues él la poseyó 4 veces, una por cada amigo y otra por la invitada que estaba al lado suyo. Al igual que las anteriores fue delicadamente placentero poseerla. También logra recordar como exploro su cuerpo, su espalda, sus nalgas... oh... sus nalgas... firmes y grandes, definitivamente causantes de mucha envidia. Con ropa se ven maravillosas, sin ropa son todo un espectáculo. Eso lo llevo a contemplar una idea que había abandonado, pero que ahora se hacía presente nuevamente. Quería desvirgar ese trasero, pero es algo que requiere el cuidado y la delicadeza que implica hacer una pintura. Estaba el óleo, el pintor, pero no las pinturas, así que se lo guardo para sí. Volviendo en sí, él cae en cuenta de algo, ahora quiere explorar más y se asusta, eso lo llevó a pasmarse, a entender porque al salir del hotel parecía distraído y no complacido. Ahora sabe que la tiene a ella que lo complace, pero lastimosamente algo le atrae más y le aterra querer buscarlo; quiere alguien que lo domine, que le indique que hacer, quiere ser esclavo una noche de una mujer que lo use sexualmente y no se limite o se ponga sutil. Desea una mujer que haga de él la realización de su más bizarra fantasía....
