Relatos de un Suplente Universitario
Era una tarde como cualquiera, me encontraba en el aula de clases, impartiendo la materia de anatomía.Ya era casi la hora de receso, pero no podía apartar la mirada de una chica que estaba sentada en uno de los primeros asientos. Su piel morena, delgada, con un lunar muy sensual próximo a su labio inferior, ojos llamativos color caoba, llevaba una blusa que resaltaba sus senos, y una falda lo suficientemente corta, pude apreciar sus hermosas piernas. Ella me observaba desde que entré al salón, realmente me sentía algo nervioso y excitado. Ya era casi la hora de receso, yo estaba algo ansioso, necesitabas un momento conmigo mismo para tranquilizarme.De pronto sonó la campana, ¡Al fin! Era la media hora de receso que tanto esperaba. Pero todos salieron, todos excepto ella. Ella se quedó sentada en su asiento, mirándome como si la hora de receso jamás hubiese llegado, yo me senté en mi silla. En un tono nervioso pregunté: no vas a comer algo con tus demás compañeros? Ella se paró de su asiento y pude apreciar lo sexy que era, tenía un cabello oscuro, casi hasta la cintura, y ¡Wuao! ¡Vaya cintura! ¡Vaya cuerpo! Se fue acercando y podía oler su perfume, su transpiración, era sumamente excitante solo verla.Me preguntó: profe ¿Puedo saber cómo van mis calificación? Tratando de mantener la calma, no quería demostrar lo excitado que estaba. Éramos solo ella y yo en el aula.Le dije: Claro! con gusto. Puedes sentarte si querés. Ella estaba muy cerca de mí, podía detallar claramente su brasier que resaltaba sus senos a través de su translúcida blusa. Me dijo: le molesta si me siento al lado de usted? Tratando de mantener la calma le contesté: Si, no hay problema, @#$@? Pregunté, mientras revisaba la lista de calificaciones. Fue hasta entonces que entendí que ella no quería ver sus calificación. Ella puso su mano en mí pierna, me observó fijamente a los ojos y sin más nos besamos. Nuestros labios se juntaron e inmediatamente nuestras lenguas empezaron a jugar de una manera descontrola, me encantaba. Ella subió su mano hasta mi entre pierna y empezó a acariciarme por encima del pantalón. Me susurró al oído - tenemos solo media hora -.Entonces empezó a descender con sus labios por mí cuello, mientras que con sus manos suavemente desabotono mi camisa y sentía sus labios bajando por mí pectoral, luego por mí abdomen y sin darme cuenta ya tenía mí pene en su boca, me besaba de una manera espectacular, sentía como su lengua humedecía mi pene, mientras que sus labios lo sujetaba firmemente. Estaba muy excitado, fue entonces cuando la sujete de la cintura y la subí al escritorio. Le subí la falda, le aparte la bluma y empecé a besarla, deslice mi lengua por los labios de su vulva, hasta sentir su clítoris. Seguía frotando su clítoris con mi lengua y sentía toda su irrigación, introduje mis dedos dentro de su vagina y ella empujaba mi cabeza contra ella y me decía - continúa, continúa - yo la miraba mientras seguía besándola, observaba su rostro para ver si ella estaba disfrutando el momento y su rostro era de auténtico placer. Al poco se humedecieron mis dedos, ella me empujó y se sentó encima de mí, con su mano sujeto mi pene y se lo introdujo con firmeza pero muy suavemente en su vagina, podía sentir lo apretada y húmeda que estaba, empezó a moverse de forma descontrolada. Al verla así, me excite más y la sujete nuevamente de la cintura y mientras que mi pene estaba dentro de ella, la subí nuevamente al escritorio, la penetraba una y otra y otra vez. Nuestro sudor se mezclaba, yo sentía como se humedecía cada vez más, de pronto ella empezó a temblar y a gemir hasta quedar totalmente extenuada y tendida en el escritorio.. Pensé que era momento de acabar, porque a los pocos minutos sonaría nuevamente la campana y los otros compañeros entrarían al aula.
