Sin perseguirme...En tu descanso, te hallaré libre de temor.
Como poder encontrarte, si una vez te perdí.
Más siempre recordando esa primera vista que cruzamos.
Aún puedo sentir el sabor de tu saliva en mis labios,
el aroma de tu pelo en mis brazos y
la fragancia de tu cuerpo sobre mí.
Todo comenzó con una simple pregunta
y sin saberlo nos estábamos enredando ambos.
Prisioneros por la admiración de uno hacia el otro,
por el conocimiento que teníamos en distintos aspectos
de la vida o en materias de quien sabe cuantas carreras.
Era una atracción intelectual, más no aún corporal.
Son de esas casualidades o causalidades que nos llevó a
perdernos en la vasca noche y sin dejarnos de observar,
decidí besarte una vez, te fuiste con la excusa de en un rato volver.
Y te tuve en mis brazos, te besé y lo mismo tú.
Era tan particular tu forma de besar que me sorprendió, y me adapte hasta hacerla mía...
Hacerte mía, era solo una fantasía, pero preferí bailar contigo en la noche.
Abrazarte...besarte...olerte y poner mis manos bajo tu ropa.
Sentir tu piel, apreciarla, disfrutarla y que tomes mis manos y las pongas en tus glúteos...
Nuestros cuerpos comienzan a arder, más no quiero dejarte ir a tu habitación.
La escalera de incendios del hostal, parece una buena opción y la sensación
de ser descubiertos aumenta nuestra fogosidad...
Ya no podemos tolerar, no soportamos este fulgor que nos presiona desde dentro,
atraviesa todo limite y me tomas de la mano en dirección al baño.
Son las 3 de la mañana, es sábado, debemos de madrugar..no importa.
Ya habrá tiempo para pensar en eso...síguela tú, déjate llevar.
La ducha parece un buen lugar, cabemos los 2, comienzo a quitarte la ropa, me sacas la mía, nos besamos con desesperación hasta salivarnos el rostro..
Desagarro tu calza con mis manos y lo mismo haces con mi cremallera...
Disfrutas mi sexo en tu boca y de placer comienzo a suspirar, siento que estoy por explotar...
Ahora es mi turno, déjame sumergirme en tu monte de venus y explorar con mi lengua el placer y el relieve de tu bella genitalidad...
Siento como se contrae tu diafragma, huelo tus perfumes, admiro tu respiración.
Imploras que me detenga y me levantas del cuello, me besas el cuello y solo quiero penetrarte...
Al fin encuentro tu espalda junto a mi pecho, y en la oscuridad de ese cuarto...
Fuimos el uno con el otro, nos dejamos llevar, necesitaba más placer y te imploré que me muerdas...apresaste mi antebrazo y puse mi otra mano en tu cuello, te giré hacia mi y pude besarte de nuevo...déjame lamerte
En el punto máximo de tu éxtasis, pudiste llegar, te saliste de mí.
Me abofeteaste, pusiste tu mano dentro de mi boca, le pasaste la lengua y comenzaste a estimularme, primero despacio y de a poco subiste la velocidad.
Emané mi elixir sobre tu regazo y aún seguiste, hasta quitar mi última gota...
Nos miramos de nuevo, nos besamos, nos abrazamos...y no quería que se terminara.
Aún iluminados por la no luz pegoteados de sudor, sentimos que alguien entro...te hice callar, te abracé y controlé mi respiración, no quiero soltarte, debo de tranquilizarte...Dejemos que haga su necesidad...se fue y respiramos aliviados..
Quedamos congelados mirándonos, asombrados el uno por el otro.
Intercambiamos contactos, nos veremos mañana...solo quiero dormir contigo.
Aún me quedan más semanas por vacacionar...
