SEXO ANAL: Que no te de miedo la puerta trasera
11:55 am Friday, 1st November, 2019
En la relajación está la clave. Algunos te dirán que planees bien el momento, pero eso puede provocar nerviosismo a lo largo del día, y cuando llega el momento… la cosa no sale tan bien. Lo que sí es importante es el deseo, la confianza y la paciencia por parte de ambos en el juego. La vida real no es una película porno (aquí las escenas están amañadas y son ejecutadas por profesionales). No valen las penetraciones rápidas ni entrar al tema sin juegos, preliminares o lubricación. El sexo anal debe practicarse con mucho cariño.
El lubricante es esencial. Lo primero que debes hacer es agenciarte con uno a base de agua (no valen los que tienen como base el aceite). El sexo anal puede ser doloroso si no estás relajado o lo suficientemente lubricado. Esa zona tiene que ser expresamente lubricada, puesto que, al contrario que la vagina, carece de un sistema propio que le permita generar lubricación. Haciéndolo así, evitarás desgarros.
Para muchos es abrumador pensar en estos temas, sobre todo si estás manteniendo un momento apasionado con tu pareja. Pero ¡que no cunda el pánico! Con limpiar bien el área a través de una buena ducha debería ser suficientes. Otro consejo oportuno es ir al baño una hora antes de empezar. ¡Y olvídate de hacerlo si tienes problemas estomacales! Siempre puedes dejarlo para otro momento cuando te encuentres mejor.
Y en relación a lo anterior, aunque tu zona esté limpia y correctamente aseada, en las paredes del ano siempre se quedan restos y bacterias que pueden causar una infección muy poco deseada. Así que aquí se aconseja siempre utilizar condón.
Las caricias y preliminares tienen como objetivo dilatar los esfínteres internos y externos. Es conveniente relajar los músculos y moverlos como si estuvieran preparados para defecar. El error más común es contraerlos cuando se ven “invadidos” por un cuerpo ajeno, pero eso sólo conseguirá que la práctica resulte más molesta. Si te sientes incómod@ o con dolor, es recomendable hacer una pausa, estimular otras zonas y reanudar poco a poco.
Muchas mujeres tienen miedo de intentarlo por miedo al dolor y por no ser una zona que necesariamente tiene que provocar el orgasmo. Pero nada más lejos de la realidad. Si se tiene una buena sesión de preliminares se puede llegar a sentir mucho placer. Además el clítoris comparte terminaciones nerviosas con el ano. Si bien es cierto que se recomienda estimular otras zonas, los preliminares juegan un papel importante a la hora de dilatar el ano. Así que, si eres mujer, piérdele miedo y disfruta de las sensaciones que te puede provocar este tipo de práctica.
Sí, a los hombre ya sean heteros o gays también les gusta. Muchos expresan miedo y prejuicios. Lo cierto es que la próstata sólo puede ser estimulada por medio del ano. Este el es punto P del hombre (equivalente al punto G de la mujer). Muchos hombres aseguran que los orgasmos que vienen de esta zona son mucho más intensos.
Muchos hombres asocian el sexo anal con la homosexualidad. Como hablábamos antes, en el ano hay un montón de terminaciones nerviosas que hacen la actividad extremadamente placentera para ellos. Es un mito y un prejuicio mal concebido que esta práctica no esté bien considerada para la población heterosexual masculina. La identidad sexual no se modifica por practicar sexo anal.
En algunos países y lugares de nuestra sociedad, todavía existe la idea de que el sexo anal es una perversión. Pero no es así. Mucha gente se niega a practicar por esos prejuicios y tabús que nos imponen desde nuestra infancia. Sin embargo, el sexo anal es una fuente riquísima de satisfacción si uno se libera de ellos.
Ahora te toca a ti opinar y contarnos tus experiencias. ¿Has practicado alguna vez sexo anal? ¿Cómo fue tu primera experiencia? ¿Lo recomiendas? ¿Qué consejos darías a otros? O por el contrario, si es la primera vez, ¿qué es lo que más te preocupa? ¡Cuéntanos todo lo que piensas en los comentarios de abajo!
¿Te has planteado alguna vez practicar sexo anal pero te ha echado para atrás el miedo al dolor o a salir fecalmente mal parado? No importa lo aventurero que seas, es normal tener este tipo de incertidumbres si es la primera vez que se hace, o incluso si se ha intentando hacer pero no ha salido tan bien como se esperaba. Lo cierto es que cada persona vive las estimulaciones sexuales a su manera, y esto, como en todo que merece la pena en la vida, requiere su arte, paciencia y preparación.
Nuestro objetivo aquí es intentar eliminar prejuicios, miedos y mitos sobre el sexo anal. Recuerda: ¡el sexo sólo es sucio si no te lavas!
RELÁJATE
En la relajación está la clave. Algunos te dirán que planees bien el momento, pero eso puede provocar nerviosismo a lo largo del día, y cuando llega el momento… la cosa no sale tan bien. Lo que sí es importante es el deseo, la confianza y la paciencia por parte de ambos en el juego. La vida real no es una película porno (aquí las escenas están amañadas y son ejecutadas por profesionales). No valen las penetraciones rápidas ni entrar al tema sin juegos, preliminares o lubricación. El sexo anal debe practicarse con mucho cariño.
Lubricante
El lubricante es esencial. Lo primero que debes hacer es agenciarte con uno a base de agua (no valen los que tienen como base el aceite). El sexo anal puede ser doloroso si no estás relajado o lo suficientemente lubricado. Esa zona tiene que ser expresamente lubricada, puesto que, al contrario que la vagina, carece de un sistema propio que le permita generar lubricación. Haciéndolo así, evitarás desgarros.
Materia fecal
Para muchos es abrumador pensar en estos temas, sobre todo si estás manteniendo un momento apasionado con tu pareja. Pero ¡que no cunda el pánico! Con limpiar bien el área a través de una buena ducha debería ser suficientes. Otro consejo oportuno es ir al baño una hora antes de empezar. ¡Y olvídate de hacerlo si tienes problemas estomacales! Siempre puedes dejarlo para otro momento cuando te encuentres mejor.
Condones
Y en relación a lo anterior, aunque tu zona esté limpia y correctamente aseada, en las paredes del ano siempre se quedan restos y bacterias que pueden causar una infección muy poco deseada. Así que aquí se aconseja siempre utilizar condón.
Preliminares
Las caricias y preliminares tienen como objetivo dilatar los esfínteres internos y externos. Es conveniente relajar los músculos y moverlos como si estuvieran preparados para defecar. El error más común es contraerlos cuando se ven “invadidos” por un cuerpo ajeno, pero eso sólo conseguirá que la práctica resulte más molesta. Si te sientes incómod@ o con dolor, es recomendable hacer una pausa, estimular otras zonas y reanudar poco a poco.
CONSEJOS PARA ELLAS
Muchas mujeres tienen miedo de intentarlo por miedo al dolor y por no ser una zona que necesariamente tiene que provocar el orgasmo. Pero nada más lejos de la realidad. Si se tiene una buena sesión de preliminares se puede llegar a sentir mucho placer. Además el clítoris comparte terminaciones nerviosas con el ano. Si bien es cierto que se recomienda estimular otras zonas, los preliminares juegan un papel importante a la hora de dilatar el ano. Así que, si eres mujer, piérdele miedo y disfruta de las sensaciones que te puede provocar este tipo de práctica.
CONSEJOS PARA ELLOS
Sí, a los hombre ya sean heteros o gays también les gusta. Muchos expresan miedo y prejuicios. Lo cierto es que la próstata sólo puede ser estimulada por medio del ano. Este el es punto P del hombre (equivalente al punto G de la mujer). Muchos hombres aseguran que los orgasmos que vienen de esta zona son mucho más intensos.
MITOS Y PREJUICIOS
Muchos hombres asocian el sexo anal con la homosexualidad. Como hablábamos antes, en el ano hay un montón de terminaciones nerviosas que hacen la actividad extremadamente placentera para ellos. Es un mito y un prejuicio mal concebido que esta práctica no esté bien considerada para la población heterosexual masculina. La identidad sexual no se modifica por practicar sexo anal.
En algunos países y lugares de nuestra sociedad, todavía existe la idea de que el sexo anal es una perversión. Pero no es así. Mucha gente se niega a practicar por esos prejuicios y tabús que nos imponen desde nuestra infancia. Sin embargo, el sexo anal es una fuente riquísima de satisfacción si uno se libera de ellos.
Y ahora… ¡TE TOCA A TI!
Ahora te toca a ti opinar y contarnos tus experiencias. ¿Has practicado alguna vez sexo anal? ¿Cómo fue tu primera experiencia? ¿Lo recomiendas? ¿Qué consejos darías a otros? O por el contrario, si es la primera vez, ¿qué es lo que más te preocupa? ¡Cuéntanos todo lo que piensas en los comentarios de abajo!
