Sexo - La medicina para quitarte el estrés
4:11 pm Wednesday, 30th October, 2019
Científicamente, la noche es el peor momento para tener sexo. El cortisol (la hormona del estrés) tanto en hombres como en mujeres, está en su apogeo durante las horas más oscuras, aunque más en las mujeres que en los hombres. Has tenido todo un día estresante y acarreas esas horas hasta la noche, que es cuando más estresad@ podrías estar. Este estrés reduce tu capacidad para utilizar dopamina y óxido nítrico, que son necesarios para la excitación y, por lo tanto, para llegar al orgasmo.
Mientras que el cortisol puede estar en su poder máximo, la testosterona está en su punto más bajo, creando un bajón total... La testosterona se necesita para la resistencia, las erecciones y el impulso para iniciar un polvo.
Es difícil ponerse caliente cuando ya no tienes energía para hacerlo, ¿verdad? Entonces, ¿cuándo es el mejor momento? Las investigaciones muestran que la mañana es el mejor momento para ponerse juguetón entre las sábanas. ¿Por qué? Porque a medida que has dormido tu cuerpo ha podido reabastecer todos tus químicos del amor, y ¡está listo para comenzar el día de la mejor manera posible!
Una de las mejores maneras de asegurarte de que no tener una caída sexual es mantenerte en forma y saludable.
El estrés puede afectar negativamente a tu metabolismo, lo que te hace aumentar de peso, sentirte lento y, en general, sentirte mal con tu cuerpo, dejándote la sensación de que la máquina sexual que una vez fuiste ya no existe. ¡Lo cual no es cierto! Cuando el estrés se apodera de tu cuerpo, no quieres hacer ejercicio y esto puede crear más tensión, disminuyendo nuestra capacidad para lidiar con él, y empezar el ciclo de nuevo.
Por otro lado, el sexo disminuye los niveles de cortisol y ayuda en un montón de diferentes maneras. También produce dopamina que puede ayudar a combatir la depresión, que a menudo contribuye o es el resultado del estrés. Además, la oxitocina liberada durante el sexo en realidad tiene propiedades repetitivas que ayudan a reparar el daño físico a nuestros sistemas causado por niveles de alto estrés.
Aquí es donde se complica. Para el 90% de la población, el estrés disminuye el deseo. Sin embargo, para la mayoría de las personas, el sexo disminuye el estrés. Es un ciclo frustrante.
Vemos en muchos programas de televisión y películas que el sexo es espontáneo y apasionado, pero la verdad es que el estrés de la vida cotidiana puede hacerse cargo de tus pensamientos, y hacerte olvidar de lo que podrías estar haciendo con tu pareja entre las sábanas, (o donde quieras).
¡Mientras que vuestra mente pueda estar en otro lugar y el sexo esté fuera de hipótesis, no significa que una vez que lo empieces, no estés gritando por más! Establecer un día exacto o incluso una hora durante el día para tener relaciones sexuales puede agregar presión a un horario ya repleto. En vez de eso, es mejor dar prioridad a la atención que os dais. Por ejemplo, a través un mensaje subido de tono, con el fin de demostrar que estéis pensando en el otro o con un beso apasionado cuando pasáis cerca. Pequeños momentos de afecto pueden crear un gran aumento en vuestro deseo sexual.
Así que, ahí lo tienes. Tres maneras de limitar los impactos negativos del estrés en tu vida sexual. ¿Cómo afectan tus niveles de estrés a tu deseo sexual? Dinos todo en los comentarios de abajo.
El sexo es genial, puede hacer que cada centímetro de tu cuerpo se sienta increíble, pero a veces puede ser mentalmente difícil ponerse al tema y echarle chispa al momento.
El estrés tiene un gran impacto en nuestra vida sexual. Lo cambia todo; desde el deseo inicial de tener sexo, hasta la excitación y, en última instancia, la capacidad de tener un orgasmo. Para la mayoría de las personas, el sexo afecta negativamente a todo esto.
Entonces, ¿cómo puedes reducir el impacto del estrés en tu deseo sexual?
Tener relaciones sexuales durante el día
Científicamente, la noche es el peor momento para tener sexo. El cortisol (la hormona del estrés) tanto en hombres como en mujeres, está en su apogeo durante las horas más oscuras, aunque más en las mujeres que en los hombres. Has tenido todo un día estresante y acarreas esas horas hasta la noche, que es cuando más estresad@ podrías estar. Este estrés reduce tu capacidad para utilizar dopamina y óxido nítrico, que son necesarios para la excitación y, por lo tanto, para llegar al orgasmo.
Mientras que el cortisol puede estar en su poder máximo, la testosterona está en su punto más bajo, creando un bajón total... La testosterona se necesita para la resistencia, las erecciones y el impulso para iniciar un polvo.
Es difícil ponerse caliente cuando ya no tienes energía para hacerlo, ¿verdad? Entonces, ¿cuándo es el mejor momento? Las investigaciones muestran que la mañana es el mejor momento para ponerse juguetón entre las sábanas. ¿Por qué? Porque a medida que has dormido tu cuerpo ha podido reabastecer todos tus químicos del amor, y ¡está listo para comenzar el día de la mejor manera posible!
No ignores tu salud
Una de las mejores maneras de asegurarte de que no tener una caída sexual es mantenerte en forma y saludable.
El estrés puede afectar negativamente a tu metabolismo, lo que te hace aumentar de peso, sentirte lento y, en general, sentirte mal con tu cuerpo, dejándote la sensación de que la máquina sexual que una vez fuiste ya no existe. ¡Lo cual no es cierto! Cuando el estrés se apodera de tu cuerpo, no quieres hacer ejercicio y esto puede crear más tensión, disminuyendo nuestra capacidad para lidiar con él, y empezar el ciclo de nuevo.
Por otro lado, el sexo disminuye los niveles de cortisol y ayuda en un montón de diferentes maneras. También produce dopamina que puede ayudar a combatir la depresión, que a menudo contribuye o es el resultado del estrés. Además, la oxitocina liberada durante el sexo en realidad tiene propiedades repetitivas que ayudan a reparar el daño físico a nuestros sistemas causado por niveles de alto estrés.
Hacer del sexo una prioridad
Aquí es donde se complica. Para el 90% de la población, el estrés disminuye el deseo. Sin embargo, para la mayoría de las personas, el sexo disminuye el estrés. Es un ciclo frustrante.
Vemos en muchos programas de televisión y películas que el sexo es espontáneo y apasionado, pero la verdad es que el estrés de la vida cotidiana puede hacerse cargo de tus pensamientos, y hacerte olvidar de lo que podrías estar haciendo con tu pareja entre las sábanas, (o donde quieras).
¡Mientras que vuestra mente pueda estar en otro lugar y el sexo esté fuera de hipótesis, no significa que una vez que lo empieces, no estés gritando por más! Establecer un día exacto o incluso una hora durante el día para tener relaciones sexuales puede agregar presión a un horario ya repleto. En vez de eso, es mejor dar prioridad a la atención que os dais. Por ejemplo, a través un mensaje subido de tono, con el fin de demostrar que estéis pensando en el otro o con un beso apasionado cuando pasáis cerca. Pequeños momentos de afecto pueden crear un gran aumento en vuestro deseo sexual.
Así que, ahí lo tienes. Tres maneras de limitar los impactos negativos del estrés en tu vida sexual. ¿Cómo afectan tus niveles de estrés a tu deseo sexual? Dinos todo en los comentarios de abajo.
