Cuando trabajaba en un lugar de comidas rápidas hubo una compañera que me tenía loco, y queríamos lo mismo; tirar, coger, sexo; pero nuestros turnos no coincidían, ya que eran rotativos, hasta el día de mi cumpleaños que me pregunto que quería de regalo y le dije sexo, ella me dijo vamos, ella pago el taxi, el hotel y la comida.
Lo hicimos sin condón y era tan flexible que las maquinas de posiciones alcanzaba todas las barras, hasta que no pudo más y me dijo "mételo por el culo, me encanta tu verga".
Ese fue el mejor cumpleaños que pude pasar