Home > Blogs > Baco621 > > Blog Post

FANTASIA. LA MITICA CUCA CON DIENTES

2:03 am Saturday, 16th February, 2019

Esta hay masturbándose delante de mis ojos, con una mano se acariciaba los senos, la otra la tenía entre las piernas gimiendo de placer. La señorita Maryory trabajaba como asesora de gerencia desde hacía ya un par de meses en la empresa, era una chica joven pelo castaño largo, ojos intensamente negros, con mirada profunda labios delicados, senos voluminosos, abdomen plano, cintura delgada, piernas largas voluminosas. Todos los ejecutivos de la compañía, estaban embelesados por la simpatía de la señorita Maryory, le coqueteaban abiertamente en público, pero ella siempre los rechazaba con cortesía. El resto de nosotros los mortales empleados, solo podíamos admirarla en silencio. Sin embargo esa noche la señorita Maryori estaba en su oficina trabajando hasta tarde, a mí me había tocado quedarme a limpiar las oficinas. Estaba un poco apresurado tratando de terminar rápido mi labor para ir a casa, pero al escuchar el murmullo de unos gemidos provenientes de la oficina de la subgerencia y pensando que alguien estaba enfermo, me asome por la puerta entreabierta. Allí estaba Maryori únicamente la luz de la pantalla del computador iluminaba su angelical rostro, con los audífonos en sus oídos, se estaba introduciendo la mano entre la falda, moviéndose en suaves contorsiones al ritmo de su mano, su blusa estaba abierta su sostén suelto, sus senos eran grandes inmaculados y sus pezones rosados resaltaban. Ante tan maravillosa visón, una horda de calor alcanzo mis genitales, causándome una deliciosa erección. No pude más que bajarme la cremallera del overol y también empecé a masturbarme. No sé cuánto tiempo paso ya que estaba ensimismamiento en mi deliciosa labor y no note que la señorita Maryori, se había dado cuenta que yo estaba hay espiándola. Cuando abrí los ojos ella estaba en frente a mí con una mirada furiosa, que expelía fuego, las cejas fruncidas y su boca desencajada y sus manos temblorosas. Me escupió estas palabras en la cara” señor baco62 usted es un maldito pervertido” de la impresión trate de salir de la oficina, solo para tropezarme con el balde de agua del aseo y caí al suelo. Maryori se me abalanzo encima y comenzó a cachetearme, yo solo trataba de evitar los golpes, tenía un dolor muy profundo no por sus golpes si no por la pena y la vergüenza. Fueron unos cuantos minutos de golpes hasta que extenuada Maryori se detuvo, pero su mirada era feroz, respiro profundo y con voz seca y seria me dijo “lo hare despedir por esto señor baco62”, pero esto no terminara hay también llamare a la policía y lo hare encerrar por su perversión. Yo no podía perder mi empleo, mi ex esposa me tenía demandado, tenía que darle rigurosamente cada mes más de la mitad de mi salario para ella y mi hijo, que haría en la cárcel sin empleo, la fiera de mi ex me mataría. Así que la mire con ojos suplicantes y con voz temblorosa, le pedí por favor que no lo hiciera que no era un pervertido le explique que había entrado a la oficina por los ruidos que estaba haciendo y que pensé que estaba enferma y probablemente necesitaría ayuda. Ella cambio el semblante de su mirada y respondió “señor baco62” y así es como quería usted ayudarme haciéndose la paja detrás de la puerta, soltó una sonora carcajada. Me tomo por sorpresa cuando dijo, si realmente hubiera querido ayudar señor baco62, no estaría usted jalándose el pipi, si no lo tendría dentro de mí, y con un movimiento ágil, me cogió el pene y lo acarició y después se lo metió a la boca y empezó a chupármelo. Yo reaccione rápidamente y procedí acariciarle los senos, le quite el resto de la ropa que tenía. Quede muy sorprendido y extasiado ante la visón de su vagina, era algo que hacía rato no veía, era una cuca peluda, tenía abundante vello púbico no muy largo pero bien tupida. Mis dedos rápidamente encontraron ese pozo húmedo y caliente, acaricie suave y rítmicamente su clítoris que se había hinchado, estaba grueso como un pequeño maní. Maryori levanto la cabeza y dijo ahora sí señor Baco62 va aprender cómo ayudar a una mujer en problemas. Ya desnudos ella encima mío, mis labios y lengua en su boca, procedí a conducir mis manos en un viaje apoteósico por todos su cuerpo valles y montañas, planicies y manantiales, pero especialmente se concentraban en esa jungla maravillosa. Sus senos tenían el sabor de la gloria, estaba tan excitado en ese momento que la penetre. Los rítmicos movimientos iniciales, fueron seguidos por rápidas embestidas, que nos hacían gemir de intenso placer, luego de unos minutos cambiamos de posición me trepé encima de ella le levante las piernas y me las puse en el cuello y seguí penetrándola fuertemente nuestros pubis chocaba potentemente, produciendo intensas sensaciones de felicidad. Yo estaba poseído por el dios romano de la pasión, ella se retorcía gemía, reía, de vez en cuando gritaba, nuestros cuerpos sudorosos, danzaban al ritmo de miles tambores ancestrales. En ese momento paso, luego de una arremetida monumental Maryory gimió su cuerpo se puso rígido y mi pene sintió al principio un apretoncito que se volvió más frecuente y más intenso, cada una de sus contracciones vaginales eran progresivamente más y más intensa a cada momento y me producían tanta satisfacción que también comencé a gritar, justo en ese momento sucedió. Su vagina me comprimió tanto que me era imposible retirar el miembro, me lo tenía aprisionado, cautivo en un gran mordisco me arrastraba hacia adentro me exprimía, amasaba, y masticaba, por primera vez en mi vida estaba conociendo la mítica cuca mordelona, fueron tantas las sensaciones deliciosas hasta que una explosión húmeda, abundante dentro de ella me llevo a las alturas en un viaje de deleite infinito fue un gran y largo orgasmo como nunca antes había sentido en la vida. Tomo unos minutos para que esa bestia del amor dejara salir a su presa, mi pene todavía palpitaba se negaba a relajarse después de tan memorable faena. Acostados en la alfombra de la oficina suavemente nos besamos y acariciamos nuestros brazos se entrelazaron hablamos un poco de mucho y de nada, pero creo que nuestras mentes y cuerpos estaban aún embebidos de placer. Más tarde nos levantamos, vestimos, ella apago su computadora, tomo su cartera, y al salir de la oficina con una sonrisa pícara me dijo “espero señor baco62, que dejes mi oficina bien limpia y ordena, me beso y se marchó. A pesar de la gran experiencia que compartimos y que yo quería volver a poseerle, nuca más tuvimos la oportunidad, a la señorita Maryory le ofrecieron un trabajo en el extranjero y se marchó. Por mi parte yo sigo en una incesante búsqueda de otra mujer con la cuca mordelona, he buscado y buscado pero no he podido encontrar ninguna mujer siquiera parecida a la GRAN CUCA MORDELONA DE MARYORI



Blog Introduction

Get full access to all site features
Register Now