A la mujer se debe tratar de forma muy especial, con un amante de mano lenta, para encender los circuitos de placer que existen en el cuerpo y que son pocos conocidos por los hombres. Es un error ir directamente al clítoris, no es malo pero se activa el placer a medias. Sin embargo, si se realiza por zonas, por turno e intensidad, despertará un volcán interno. La mujer no está compuesta por un órgano sexual, la mujer es sexual de pies a cabeza.Cuando se trata de esta manera todos los puntos son "G", vendrán orgasmos seguidos y profundos.
El sexo nos descubre , nos revela como somos. Por eso es tan extraordinario sentir excitada a una mujer, nos despoja de toda apariencia.
Un buen amante es como un buen café, fuerte, caliente y te mantiene despierta toda la noche