Doble Diversión

La noche de la invitación conocí a pablo me identificó por la ropa que tenía, se presentó y es de esas personas algo locas... jajaja... en el buen sentido.

Me invitó a tomar un par de tragos y no pude negarme, pero él no era sólo, había otra persona con la que pasó sin llamar mi atención, llegamos a la barra pidió una cerveza y yo pedí algo más dulce. Me encanta la cerveza pero es mi debilidad, así que es mejor evadirla por el momento pensé.

No se fue con vueltas y me dijo que tenía el departamento listo para jugar... jajaja… Volví a mirarlo, encendí el escáner de abajo hasta arriba, 1,72 moreno delgado sin barba, perfumado, linda sonrisa, calculo que tenía 28 o 30 años, divertido el vago, y volvió a insistir —vamos te vas a divertir, además hoy hay promo son 2 por 1, —en ese momento hizo su aparición esa persona, era delgado, piel blanca, pelo claro pero bastante tímido, que apenas le escuché decir “hola” y era mucho más joven que Pablo y volvió a preguntar —¿la invitación era real o solo un juego? —volteé a mirar a su amigo y a mirar a Pablo, y confirmé su pregunta —es verdad hoy vine a divertirme con mucha gente.

Inmediatamente Pablo me tomó de la mano y me dice —vamos al depa'
—bueno —dije, estaba decidida aquella noche y bueno de eso se trataba, una noche de descontrol.

Pablo me llevaba de la mano ja como si fuera a escaparse pero el pequeño tontin nos seguía, llegamos al estacionamiento me dio un pico comenzó por agarrarme la espalda y bajaba, abrió las puertas del auto y entramos, la puerta trasera también se abrió y entró el peque, esta vez se presentó —hola soy Martín —es de esos chicos lindos tímidos... jajaja... en realidad no le di mucha importancia, pero lo veía por el espejo mientras Pablo conducía. Coincidimos un par de miradas con Martín pero él estaba muy nervioso porque quitaba la mirada deprisa.

El departamento quedaba cerca, entramos al departamento y bueno lindo, ja no hay mucho que decir... Bueno, tenía un sillón frente a la TV y me senté, Pablo me ofreció algo de tomar y se fue a la cocina.

Llamé a Martín y noté que estaba muy tímido, se sentó junto a mí en el sillón le di un beso y pude notar que estaba sudando, no quise preguntar pero lo note (chico sin experiencia)... Le tome una mano y la puse sobre mi pierna, se quedó congelado no hacia nada tome su otra mano y la puse sobre mi pecho y vi como su rostro cambiaba de color... jajaja

Regresó Pablo con un par de cervezas y dije —Dios ¡nooooo! —Pablo soltó una risa, me dio un beso y miro a Martín que continuaba congelado.

Los tres estábamos sentados en el sillón, Pablo me miraba, estaba a mi derecha, baje mi mirada hacia su cintura y entendió rápidamente lo que quería, se soltó el cinturón y bueno a probar mi suerte metí la mano y puedo decir que era del tamaño normal. Lo comencé a acariciar y comenzó a endurecerse. Martín miraba y parecía no entender, me volteé hacia él y no hacia falta nada podía ver que estaba muy excitado y la tenía dura. Use mi mano izquierda y a probar mi suerte otra vez me sorprendí.
Bueno no era una gran sorpresa pero más grande que la de Pablo segura.

Pablo se quitó la camisa y se relajó, Martín por otro lado se puso tenso y comprendí que a él le tenía que dar más amor... jajajaja...
Tenía dos penes en mis manos y los masturbaba... pero miraba a Martín y no se que pasaba, algo de ese chico me gustaba, tal vez su timidez o falta de experiencia y volví a darle un beso, pero esta vez uno más atrevido. Pablo extendió su mano y comenzó a acariciarme las piernas, yo las habría para que él pudiera jugar.

Pablo era más decidido y yo lo entendía. Me voltee hacia Pablo y él comenzó a besarme el cuello, las orejas… ya había llegado al punto clave. Bajo por el cuello hasta llegar a mis pechos los mordía y me encantaba, pablo se puso de pie y comenzó a quitarse la ropa, voltee hacia Martín, me mataba verlo, deje de masturbarlo y apoye mis rodillas sobre el sillón y comencé a chupársela, podía sentir como se le ponía más dura y pude ver que en su rostro comenzaba a dibujarse una sonrisa de maldad… ¡mmmm!

Sentí una mano que tocaba mi cola, era Pablo que también quería jugar. Me acerqué más hacia Martín curvando la espalda y levantando la cola. Pablo con una mano me acariciaba la cola y con la otra bajaba mi calza y comenzó a darme besitos. Uso la boca y sentí su lengua caliente.
Sentía como Martín se explotaría en cualquier momento.... (no me gusta la leche en la boca), así que continué masturbando y dándole besitos, y él despertó, me daba besos bastante malos pero bueno... jajaja… —Pablo pone música dije, —Pablo no dijo nada porque tenía la boca ocupada y fue por la música.

Me puse de frente a Martín me quité la calza y tenía puesta mi tanguita que sabía como usarla. Me quité aquella remera amarilla por la cual Pablo me ubico y Martín vio mis tetitas, no son grandes pero tenía los pezones bien duros. Debo admitir que estaba fascinada de estar con dos hombres. Me quite la tanga, mire a Martín y... jajaja... me trajo un viejo recuerdo (lo contaré en otro blog...espéralo) y le dije —¿quieres que lo use en vos? —Obviamente él no sabía de qué hablaba y solo movió con la cabeza.

Le quité toda la ropa y no estaba equivocada, él lo tenía más grande, volvió a sentarse y volví a chupársela... ahhhh... sentí que en cualquier momento terminaría, así que tomé mi tanga y le di una vuelta a su pene y atando sus testículos, el pene es un globo, así que si lo tienes atado podes seguir jugando. Martín miraba con miedo y volví a chupársela podía sentir como intentaba terminar pero no podía jajaja ... y otra vez sentí a Pablo ahora usando los dedos acariciando a mi clítoris y no podía mantener las piernas abiertas pero Pablo estaba decidido en lo que hacía. Podía sentir como usaba la fuerza para continuar tocándome, no me importo mucho, me encanta ser sometida y espero encontrar alguna persona que sepa hacerlo

Martín se animó y me tomó de la cabeza forzando a llegar a chupársela toda... jajaja... no estaba muy cómoda en ese momento y me costaba pero Martín lo hacía más rápido, ja no fue mi parte favorita, podía ver mi tanga en su pene que estaba toda mojada por mi boca.
Pablo volvió al sillón y Martín me dejó… jajaja... por suerte estaba a punto de dar arcadas. Tome un poco de aire y esta vez apoyé mi cabeza en las piernas de Pablo y tenía las piernas sobre las piernas de Martín (o sea tenía la espalda en el sillón). Gire el cuello y se la chupaba a Pablo y él me acariciaba las tetas y me presionaba los pezones que no podía más. Martín comenzó a frotarme la vagina bruscamente pero no me importaba y fue algo violento porque me metió un par de dedos con fuerza... ¡aaaahhh! La verdad que dolió y todo mi cuerpo se estremeció. Le pegué una buena mordida a Pablo y él dio un salto... jajajaja... pero entendió que no fue mi culpa. Salió corriendo al baño y Martín se disculpó, no puedo negar que fue doloroso pero también me encantaba.

No dije nada, me levanté del sillón tomé la cerveza y me puse en posición de perrito, me encanta porque es sencilla y Martín lo entendió se arrodilló y comenzó a frotar su pene en mi cola, no dije nada pero nunca hice sexo anal y no quería comenzar con ese pene, prefiero un más pequeño (para comenzar), así que use mi mano para dirigirlo y comenzó a meterlo. Fue despacio y fue subiendo la intensidad.

Volvió Pablo me observó por un momento y me veía que la estaba pasando genial se acercó y creo que tenía miedo que lo volviera a morder (no fue mi culpa) así que comencé a masturbarlo otra vez, pero él puso su pene en mi boca y no me importo comencé a chupársela. Me encantaba, frotaba mis tetas y Martín comenzaba a darme nalgadas con mucha fuerza me dolían pero me gustaba. Sentí que Pablo iba a terminar y use las manos y si, se corrió. No me gusta el olor de la leche pero bueno, me dio un par de besos y se fue a tomar la cerveza

Martín estaba agotado, sin baterías… jajaja... y yo tenía la cola roja por las nalgadas. Me levante tome más cerveza y me moje con ella por el cuerpo. Martín se sentó en el piso, me acerqué hacia él y me lamía donde llegó la cerveza... mire su pene, estaba duro por mi tanga. Él estaba sentado con las piernas extendidas, frote su pene y me monte sobre él... ahhh... debo decir que tenía buen tamaño, estaba como perdida mi cuerpo se mandaba sola. Martín me tomó de la cadera y comenzó a manejarse, podía sentir como entraba más y podía sentir como intentaba terminar pero no podía y yo no paraba hasta que no pude más, esa sensación no la olvidaré, lo mire y le di un beso y vi como él no podía más… jajajaja... no pude ponerme de pie me recosté a un lado de él y bueno decidí liberarlo. Me acerqué y solté la tanga que estaba mojada y ahí explotó. Al final la leche salió como un pozo petrolero y me llené la boca sin querer… jajaja... es una tanga que no volveré a ver… y la noche continuó.

• Add Comment
• View Blog